Quitar y poner

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Muy pronto inició la semestral "danza de los técnicos".

Después de la tercera jornada, Francisco Ayestarán se encargó de abrir la lista; y ahora, entre la cuarta y la quinta, David Patiño se apunta en el segundo sitio.

Si de acuerdo al rendimiento de los respectivos equipos en el primer caso parece que se tardaron en tomar tan importante decisión, en el segundo podría antojarse

precipitada; porque a pesar del mal inicio de los Pumas (dos empates y dos derrotas), en la Fase Regular del anterior torneo fue Patiño el técnico que más hizo con lo que tenía: tercer lugar general contando con un plantel evidentemente menos poderoso que el de otros siete u ocho competidores.

Ciertamente, ni siquiera a lo largo de esa productiva y muy meritoria etapa desplegaron los Pumas un futbol brillante ni mucho menos, y entre otras cosas una buena directiva está para eso, para diagnosticar más allá del simplismo de los números y determinar -en el día a día de su equipo- si cuentan o no con el técnico idóneo para llevarlo al mejor puerto posible.

El problema es que no sólo se trata de saber decidir cuándo cesar a un director técnico, sino de acertar además con la elección de quien lo supla.

Si Martín Palermo y Bruno Marioni demuestran que a pesar de sus escasas calificaciones como técnicos son capaces de hacer funcionar mejor al Pachuca y a los Pumas respectivamente, sendas decisiones habrán resultado justificadas, mucho más comprensibles de lo que ahora lucen.

Es decir, que por ejemplo en el actual caso de Rafael Puente -por mencionar a otro director técnico que se tambalea- cualquier decisión debe ser tomada respondiendo antes a una pregunta doble: ¿ya no levantará el equipo con este técnico... y tenemos a quien lo levante?

Porque no se trata solamente de quitar y poner, sino de saber cuándo quitas y a quién pones.

¿Cuántos de los que deciden saben cómo, cuándo y a cambio de quién?

Pues sí, no muchos... y así les va.

 
Twitter: @rgomezjunco