El de la madrugada del miércoles, lo sabemos todos, será un trámite. México puede relajarse de más y ni así estará en riesgo la clasificación al Mundial.
En lo que deberían estar pensando los directivos, es en cómo abastecer de la mejor preparación posible al técnico, sea quién sea, y a este buen grupo de jugadores, lo son dígase lo que se diga. No son Ronaldos ni Messis, pero tampoco
tienen el nivel para no competir con valor.
Una vez que arreglen vanidades y las cosas tomen el natural curso de estabilidad entre el técnico y todos los jugadores disponibles en la muestra, deben prepararse para Brasil 2014 con algún método distinto. Jueguen donde jueguen, mientras se encuentren en ritmo deben ser elegibles, todos deberían ser considerados sin rencores ni agravios.
Hoy es tiempo de hacerle las modificaciones pertinentes al calendario liguero, aunque ya esté hecho, para proveer una preparación distinta al técnico nacional independientemente de que los "europeos" no puedan sumarse todo el tiempo.
Hará falta una serie de entrenamientos más constantes e intensos para sentar conceptos y desarrollar el suficiente entendimiento en el funcionamiento del equipo para tener que improvisar lo menos posible en Brasil, independientemente de los partidos ya arreglados en Estados Unidos y que no aportan mucho en lo deportivo.
Y sí, tendrá que ser en detrimento de la Liga y de alguna parte del resto de los calendarios internacionales. Pero hay tantos mini torneos, que no me parece que sea un desperdicio planearlo todo en función de una preparación mucho más larga y eficaz para el Tri. Vaya, se sabe que las potencias ni pueden ni lo necesitan, no es el caso del equipo mexicano.
Una vez hechas, cara a cara, las visitas pertinentes para planchar aquellas relaciones lastimadas por una u otra razón, es necesario que los directivos consulten a los técnicos que ya estuvieron al mando y a otras voces de la táctica internacional, para diseñar un trabajo distinto.
Porque si hacen el mismo tipo de preparación, tendremos el mismo tipo de resultado. No es empezar a fumarnos por todos lados el quinto partido. Es exhibir con plenitud el prestigio que debe defenderse con toda dignidad en Brasil. Porque no son de la Elite, pero tampoco la porquería del Hexagonal.
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