Deportistas
Vaya actitud deportiva pretende tener todo el tiempo el cuerpo técnico de la Selección o tal vez habrá sido producto del aburrimiento en el pueblo quieto llamado Wellington.
Me enteré que por la tarde, mientras los jugadores descansaban en sus habitaciones tras la comida, los auxiliares Santiago Baños, Diego Ramírez y el preparador de porteros José Torruco se
salieron a correr por la ciudad para mantenerse en forma.
Los tres se pusieron a dar vueltas en las callecitas empinadas que tiene Wellington y al lado del muelle para hacer ejercicio y de paso salir un poco de la monotonía de la concentración.
Así que la actitud de Herrera que contagió a sus jugadores de buscar todo el tiempo estar sobre el balón, parece que también permea a sus auxiliares. ¡Bien por eso!
Fortuito
Hablando del Tri, me enteré que todo eso de hacer escala en Australia para llegar a Nueva Zelanda fue más fortuito que otra cosa.
Sucede que alguien se enteró que los aviones de la línea aérea australiana eran más grandes y cómodos que los de la neozelandesa, y por eso cuando hicieron la escala en Los Ángeles se optó por tomar el vuelo hacia Sydney y no directo a Wellington.
La "gran idea" no contó con que la escala en Australia sería de más de 7 horas con un equipo que recién había jugado y que a la mera hora el avión grandote y cómodo que se esperaba no fue destinado por la línea aérea para ese viaje.
El asunto se complicó tanto que se intentó pagar un chárter para viajar lo más rápido posible de Sydney a Wellington y no esperar la conexión, pero no era tan barato que digamos y la decisión fue quedarse un rato en Australia y ya no exponer a los futbolistas a tanto ajetreo.
Al final les dio resultado pues no cansaron de más a los jugadores y los alejaron de los reflectores unas horas.
'¡Chiii...cken!'
Con el Repechaje ante Nueva Zelanda casi casi resuelto quizá la única preocupación del Tri el miércoles será la de un trato hostil de las gradas del Westpac Stadium.
Aunque les adelanto que el público neozelandés no suele tener perfil intimidatorio, si se diera el caso podría pasar una situación como la siguiente: recordando el ya clásico y no muy sutil "¡puuu... to!" que los mexicanos hacen en muchos estadios nacionales, si se lo hicieran los neozelandeses a Moisés Muñoz le gritarían algo así como "chiii... ken!", palabra con la que no se refieren a gallinas, sino que es la traducción literal en el modismo de esos lares.
Eso sí, para que eso pase está complicado, pero igual ahí les dejo el dato cultural.
Madre, siempre
Tremendo oso el que pasó el portero americanista Hugo González el sábado y no precisamente por recibir cuatro goles en el amistoso ante Alebrijes de Oaxaca, sino por un regaño que le metió ¡su mamá!, sí, leyeron bien, su mamá.
El arquero del América, de 23 añotes, se disponía a salir de Coapa y, como siempre, estaba a punto de atender a los medios cuando su madre, quien lo acompañaba en el coche, no lo dejó: "¡sube esa ventana!", por lo que a González no le quedó más que obedecer, agacharse y seguir su camino.
No cabe duda, no importa si tienes 5, 10, 15 o 50 años, nunca serás demasiado viejo para ser regañado por tu mamá.
san.cadilla@reforma.com