Una golondrina no hace verano ni dos triunfos en el arranque del torneo pueden ser concluyentes.
Pero las Chivas, que hace año y medio le deben motivos para sonreír a sus seguidores, lograron frente a Cruz Azul una actuación convincente para un triunfo merecido en terreno ajeno.
Se podría plantear al revés: explicar por qué perdió Cruz Azul.
Pero el mérito tiene que ver más
con las cualidades chivas que con los posibles defectos azules en un duelo que se decidió cerca del final y que pudo inclinarse para cualquiera.
Lo que llamó la atención de las Chivas, ya instalados en ello, es que cambió radicalmente su conducta.
El Guadalajara fundamentó el partido en la seguridad. En una línea defensiva bien coordinada, con un medio campo al que ayudaban con frecuencia a hacer su trabajo elementos rojiblancos dedicados habitualmente a las tareas ofensivas.
Alan Pulido, Isaac Brizuela, Carlos Cisneros y Alexis Vega corrieron en este partido como si tuvieran el tanque lleno. Y en tiempos de escasez -de puntos también- eso mostró una patente solidaridad colectiva en el Rebaño.
Es cierto que muchas veces el Guadalajara esperó, que vio cómo La Máquina lo arrinconaba en su área -sobre todo al principio del segundo tiempo- pero también lo es que aprovechó su velocidad, la alegría que por momentos le dio al juego y el resquicio que le permitió obtener el único gol del partido gracias a un suplente hambriento.
Cruz Azul no debe prender las alarmas.
Ésta fue su segunda derrota como local en 17 partidos y aunque ambas fueron de lo más visible por tratarse de la Final contra el América y de la visita de Chivas, tendrá que reponerse pronto porque tiene buen plantel, buen entrenador y toda una infraestructura que va a funcionar.
Volviendo al equipo tapatío, la posibilidad de tener una mejor campaña que las tres últimas que resultaron paupérrimas, dependerá de que sus jugadores estén convencidos de que ése es el camino: no dejar de correr, no distraerse y aprovechar las cualidades de sus hombres.
Si existe esa comunión con la banca y evitan aburguesarse por este breve pero buen inicio, querrá decir que son capaces de borrar los pecados pasados para tener un mejor futuro.
Chivas recibirá al Toluca, visitará al León y luego regresará a casa para enfrentar a un Veracruz lleno de problemas.
El calendario le alienta para tomar impulso, empezando por ese bravo enfrentamiento contra los Diablos, también dos veces vencedores en el torneo.
Con solamente tres locales que se quedaron con la bolsa completa de la segunda jornada, América, Toluca y Tigres también dejaron escuchar su voz.
La diferencia con Chivas es que ya eran candidatos.
El Rebaño empieza a creerse que también lo puede ser.
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