La Maldición de Carrillo
En el futbol tan lleno de cábalas y creencias, las supersticiones llegan hasta a lugares donde se supone que reina el uso de la razón y la lógica como la Universidad Nacional Autónoma de México.
Resulta que en el vestidor de Pumas, varios jugadores, cuyos nombres me voy a reservar, quedaron completamente "friqueados" por las palabras con
las que Mario Carrillo les dijo adiós luego de que lo corrieron de la manera menos elegante hace más de un año.
Cuentan que Carrillo les echó la mano a varios de estos futbolistas para temas de esoterismo -algo que ha hecho famoso al "Capello"- y luego de que lo echaron, y conforme iniciaron las malas rachas, a estos cuates se les metió en la cabeza la idea de que el equipo había sido víctima de alguna maldición o conjuro, porque por más empeño que ponían en los entrenamientos y en los partidos, las cosas no les salieron.
Hubo más de uno que entró en crisis porque en las prácticas no podía dar bien un pase de rutina y no encontraba la forma de explicarlo que no fuera algo sobrenatural.
Por increíble que parezca, las historias de infortunio no se quedaron en CU, pues varios auriazules acumularon broncas hasta en sus vidas privadas, peleas con sus mujeres y hasta algunas malas inversiones.
Entre las historias que corren al interior del vestidor, varios han confesado que siempre sintieron malas vibras con todo el tema esotérico que manejaba Carrillo.
No faltó por ahí quien sacó el tema de Hugo Sánchez, quien luego de su primera era fue despedido en el Olímpico Universitario en medio de una ceremonia encabezada por Roberto Valero, doctor en Filosofía y Letras, donde todos rezaron, sanaron sus corazones en el centro de la cancha y en medio del sonido de un artefacto que imitaba el trinar de los pájaros y de un águila, finalizaron entonando el Himno Deportivo Universitario.
Se dice que después de esta limpia, Hugo volvió, vivieron años felices y fueron bicampeones, aunque un año después la magia se agotó.
Ahora que remodelaron vestidores y sala de prensa, no faltó quien a modo de broma señaló que a ver si entre tanta removedera y escombros no habrían encontrado algún amuleto extraño o algún objeto que les hayan dejado enterrado por ahí.
También hay quien espera echarle agua bendita a la cancha para que pueda quedar libre de cualquier tipo de encantamiento o maldición que los haya podido alcanzar.
Pudiera parecer extraño, exagerado y hasta irrisorio, pero los futbolistas son de las personas más sugestionables que conozco y hasta que no apliquen la de hacer una limpia en general, seguramente nadie va a estar tranquilo.
san.cadilla@reforma.com