Como cada seis meses, al arrancar el torneo de la Liga MX los equipos se ubican, en teoría, en tres distintas categorías.
Después le corresponderá a cada participante confirmarlo o no en la práctica, pero en el inicio pueden considerarse esas tres categorías de acuerdo a las probabilidades de alzarse con el título: favoritos, aspirantes y descartados.
Si en cada una de esas
categorías se acomodaran los 18 equipos de seis en seis, quedarían más o menos así:
En la de los favoritos el América, los Tigres, el Cruz Azul y el Monterrey.
Entre los aspirantes, el Pachuca, los Pumas, el Toluca, el Santos, el León, ¿y el Morelia, los Xolos y las Chivas?
Como descartados, o casi, el Veracruz, los Lobos, el Querétaro, el Puebla ¿y el Atlas y el Necaxa?
Con el futbol desplegado cada equipo tendrá la oportunidad de ubicarse, en la práctica, por encima de lo que en estos momentos la teoría indica; pero es indudable que, a pesar del bienvenido equilibrio de fuerzas prevaleciente en el futbol mexicano, las probabilidades de éxito no son las mismas para los 18 competidores.
Ya con el eficiente o deficiente trabajo realizado por las respectivas directivas, a cada técnico y su correspondiente grupo de jugadores les tocará hacer lo que puedan con lo que ahora tienen.
Todos en pos de sus objetivos, algunos esperanzados por sus fortalezas y otros limitados por sus carencias. En la búsqueda del título, los principales ocho o nueve favoritos y aspirantes, tal vez colocados, más o menos, en el siguiente orden: América, Tigres, Cruz Azul, Monterrey, Pachuca, Pumas, Toluca, Santos, León.
En medio tres o cuatro aspirantes más, y en la parte de abajo, en el sótano de los descartados y prácticamente descendido, el Veracruz, con 20 puntos de desventaja con respecto al Puebla -penúltimo en esa tabla del descenso- y con la única y remota esperanza de un derrumbe de los Lobos.
Y ustedes, estimados lectores... ¿a cuáles ven como favoritos, aspirantes, descartados y descendido?
Twitter: @rgomezjunco