Como un aficionado más
Vaya que en el Tri todo cambió con la llegada de Miguel Herrera. Incluso en el trato del técnico hacia la afición es diferente.
Vamos, no digo que José Manuel de la Torre o Víctor Manuel Vucetich no tuvieran atención para con la gente, pero sin duda que el "Piojo" da muestras de que sabe manejarse fuera de la banca.
Y es que contrario al
"Chepo", Herrera no tuvo empacho en irse a la tribuna de Palcos VID del Nemesio Diez para retratarse con todo aquel que quisiera antes y al medio tiempo del partido.
Además, pese a que le entraron algunas llamadas, solía bajar el celular para salir en la imagen o hasta levantarse de su butaca para atender la petición de los seguidores escarlatas.
De la Torre se iba al palco de la directiva para observar los partidos, y sus llegadas y salidas eran auténticas huidas. Así que el "Piojo", al menos en eso, ya se ganó medio boleto con la afición.
Nulo interés
Pues Miguel Herrera estuvo ayer en el Nemesio Diez para ver el desempeño de sus seleccionados en el Toluca-Atlas. Inmediatamente después regresó a México para estar en la segunda corrida de la Temporada Grande en la Plaza México, que inició a las 16:30 horas... ¿y el Chivas-Pumas?
En otros tiempos, el "Piojo" habría sido muy criticado porque, siendo el técnico nacional, no podía haber dejado pasar un duelo entre dos "grandes", pero estando las cosas como están, resulta completamente comprensible, ¿no?
Nadie sabe...
El Nido anda sin pies ni cabeza. Se fue Ricardo Peláez y Miguel Herrera, y parece que hubieran vuelto las épocas oscuras, cuando todos tenían que cuidar lo que decían y hacían porque todo lo que dijeran podía ser usado en su contra.
El viernes nadie supo decir por qué Luis Gabriel Rey no fue ni a la banca. El técnico interino, Álvaro Galindo, se perturbó con el cuestionamiento y dijo que se lo preguntaran al cuerpo médico, como si no pudiera decir que el delantero tenía un problema muscular.
Pero el que sí se voló la barda fue el médico Alfonso Díaz, quien de plano dijo que Rey estaba sanísimo, que no tenía nada.
Una de dos: o al jefe de los servicios médicos de las Águilas ya no le informan o de plano erró en su diagnóstico, porque unos minutos más tarde el jugador confirmó que tenía una dolencia en el abductor de la pierna derecha.
Ya lo dice el refrán, "el que nada debe, nada teme", por eso hablar con la verdad siempre será mejor que hacerle al policía chino.
Humo incómodo
Vaya lío el que metió el América el viernes al Querétaro en La Corregidora, y no me refiero precisamente en el terreno de juego.
Una vez acabado el encuentro, que terminó 0-0, a las Águilas les tenían preparado un pequeño asado para recargar las energías. El problema fue que la parrilla donde los cocineros prepararon la carne estaba muy cerca de los vestidores tanto de los equipos como de los árbitros y también el pasillo que los conecta con los autobuses.
Esta situación propició que en más de una ocasión los camerinos y el corredor se llenaran de humo y provocara a uno que otro presente una molesta tos.
Hubo momentos que el humo estaba tan concentrado que parecía una densa neblina. Por fortuna la situación no pasó a mayores y los azulcremas disfrutaron de su convivio.
san.cadilla@reforma.com