Ganaron los mejores

Francisco Javier González
en CANCHA


No hay mejor manera de darle la bienvenida a la victoria que hacerlo con humildad.

Más aún cuando se ha esperado durante tanto tiempo como en el caso de Cruz Azul, que aguardó por cinco años y medio para volver a una Semifinal, o como los Pumas que han sufrido el escepticismo de muchos extraños y algunos que se dicen propios, semana a semana.

De los cuatro equipos sobrevivientes en

la lucha por el título, seguramente que a esos dos, Cementeros y universitarios, podrían tener espacio para tomar un poco de revancha ante las adversidades de los últimos tiempos.

A La Máquina se le cuentan como pasatiempo de los ajenos todos y cada uno de los años sin títulos de Liga.

Han sido clientes asiduos de los memes, víctimas de las escuelas y las oficinas, carroña apetecible para los medios.

Su pase a Semifinales frente a un valiente pero inferior Querétaro no es nada más que eso, pero tampoco es menos.

Campeón de Copa en casa de los Rayados, ambos repiten serie ahora en la Semifinal de Liga, en la antesala de la Final.

El Azul luce favorito con las reservas del caso por tener la vuelta en casa, en la que ha sido punto menos que impecable. Lugar que por cierto, históricamente no suele sonreírle a los Rayados.

Pumas, por su parte, sabe que el regreso ha sido difícil por una reestructuración financiera y deportiva ya resuelta en su primera etapa.

Tigres era el gran favorito de muchos, tanto por su propio potencial como por esa desconfianza que por costumbre se le dedica a los del Pedregal.

Pero la historia, emocionante en ambos partidos, fue favorable a las huestes de Patiño, tan golpeado durante el trayecto.

En el fondo de su alma, los Pumas sonreirán más ante el pase ante un cuadro tan poderoso, tan bien instalado como el de Ferretti, y por el festejo en la tribuna de Ciudad Universitaria que no vibraba así desde aquella Final, precisamente contra los Tigres, en serie de penales.

América pasó bien sobre un Toluca que peleó hasta el Final porque las Águilas se lo permitieron.

Las lección para el equipo del Piojo es clara: quien parpadea en una Liguilla queda fuera de ella en el momento menos esperado.

Un gol más de los Diablos, volcados al frente con un hombre menos durante buen trecho del partido, hubiera cambiado dramáticamente la historia.

Santos Laguna fue, de todos, el que menos ofreció.

El campeón defensor fue frágil, perdió los dos partidos y es el único que cayó habiendo quedado entre los primeros cuatro de la Tabla General.

Tan buena campaña regular merecía terminar mejor, pero se inclinó ante unos Rayados merecedores de gozar las Semifinales.

Nadie sobrevivió por accidente. Un reto más grande toca a la puerta de cuatro leones.

 
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