Realidad y futuro

Rafael Alarcón
en CANCHA


"El golf competitivo se juega básicamente en un campo de cinco y media pulgadas, justo es el espacio entre las orejas".

Bobby Jones, golfista profesional
 
 
Es la tercera semana que me quedo sin aliento, se me va el aire por la emoción de vivir lo que está pasando en el golf mexicano, mi amable foursome de lectores me perdonará por ser emotivo en este tema, saben que en

mi tiempo luché por hacer mi parte compitiendo en torneos internacionales para poner el nombre de México en lo alto (y algunas veces lo logré), pero ahora estoy disfrutando ver a otros hacer retumbar el nombre de México más allá de nuestra frontera.

Representé a México en la Copa de Mundo siete veces, al ver ondear la bandera de nuestro País en el putting green, el sentimiento de ganar es algo que se hace más fuerte, pero todos los países van con sus mejores representantes y con la misma intención. La semana pasada, la dupla de Abraham Ancer y Roberto Díaz lograron otro resultado histórico al terminar en el segundo lugar en el torneo más importante para las naciones.

La Copa del Mundo se jugó en Australia, en el Metropolitan Golf Club, uno de los diseños de campos más emblemáticos de golf, y la dupla mexicana volvió a hacer poner en alto el nombre de México, esta vez no fue sólo por el buen momento de Ancer, sino por lo bien acoplado que jugó al lado de su amigo Díaz. Y digo bien acoplado porque el formato de jugar dos días "Bola Baja" y dos "Golpes Alternos" obliga tener un buen entendimiento y compatibilidad. Ancer decidió bien al elegir a Díaz como su compañero. Ni Ancer ni Díaz son pegadores tan largos como muchos otros y en "Bola Baja" jugaron de forma discreta, pero en los días de "Golpes Alternos" la dupla mexicana hizo el score más bajo el segundo día , en la ronda final sólo por un golpe no repitieron.

México terminó a tres golpes de Bélgica, representada por Thomas Detry y Thomas Pieters, quienes también jugaron con gran conjunción. Para Bélgica fue su mejor desempeño al igual que para México, antes lo mejor había sido sexto lugar cuando se jugó la Copa en Acapulco, en 1982.

Parecerían de sueño los resultados de las últimas semanas: primer lugar de Gaby López en la LPGA; primer lugar Abraham Ancer en el Australian Open; primero para Isidro Benítez en el Abierto de Argentina, y de cierta forma lo son porque nunca antes habían sucedido tanto tan buenos resultados. Pero también es el reflejo de la realidad y del progreso de nuestro deporte en el ámbito, todo a partir de la puerta que abrió Lorena Ochoa con sus 27 triunfos y gran carisma.

El golf mexicano está encaminado a seguir dando satisfacciones a través de los resultados en las competencias internacionales, además se están rompiendo los paradigmas del estatus social de "elitista" donde estaba estancado hace 10 años. Hoy en día a los campos están llegando cada vez más jugadores a descubrir las bondades.

Hasta el próximo green.

 
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