Tiempo de sobra

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


La Selección Mexicana terminó ayer sus labores de 2018.

En Argentina, con la B ante la B, la escuadra de Ferretti hizo lo que pudo ante un adversario que tampoco podía mucho, y acabó recibiendo la misma dosis del viernes: 2-0.

Más allá del mal resultado y el gris desempeño, igual que de los cinco anteriores partidos muy poco provecho podrá sacarse de éste.

Concluyó así un año

tricolor para olvidarse, con una sola actuación digna de ser rescatada: la ofrecida en su presentación en la Copa del Mundo ante la escuadra alemana, que después confirmó, con creces, ser un equipo mucho menos poderoso y temible que lo previsto.

Si antes de este incomprensible interinato el rendimiento del "equipo de todos" y sus números ya eran apenas mediocres, con el cierre se convirtieron en desastrosos.

Después de seis meses prácticamente echados por la borda por obra y gracia de dirigentes incapaces de buscar y encontrar al director técnico idóneo para encabezar desde julio pasado el ciclo mundialista rumbo a Qatar 2022, dicho ciclo deberá esperar al próximo año para iniciar en serio.

Supuestamente con Gerardo Martino al frente, deberá ser elaborado un verdadero proyecto encaminado no sólo a llevar a la barca tricolor a buen puerto en la siguiente Copa del Mundo, sino a cumplir en el trayecto con otras escalas y compromisos ineludibles y esenciales.

Para empezar, Copa Oro y Eliminatorias Mundialistas, que respectivamente tomarán al nuevo técnico en la parte inicial y final de su inevitable etapa de aprendizaje, de su intento de ir conociendo cada día más y mejor lo que ahora desconoce por completo.

Pero si ya desperdiciaron seis meses... ¿qué más da esperar otros diez para poder aspirar a los auténticos frutos?

Al fin y al cabo, para inflar el globo tricolor y vender bien vendido ese suculento producto de consumo llamado Selección Mexicana, siempre hay tiempo.

Tiempo de sobra para que el negocio prevalezca... y lo demás es lo de menos.

 
Twitter: @rgomezjunco