¿Quién debe pagar por la NFL?

José Pablo Coello
en CANCHA


El día de ayer por la mañana, Roger Goodell se reunió con Andrés Manuel López Obrador. Esta reunión se pactó antes de que se anunciara que el partido de anoche entre Jefes y Carneros no se jugaría en el Estadio Azteca, y había sido solicitada por el propio comisionado de la NFL para tratar de convencer al Presidente electo de México de respetar el acuerdo firmado entre la Liga y la Secretaría de

Turismo para el periodo 2019-2021.

Y es que hace ya varias semanas, integrantes del equipo de transición de AMLO le habían informado a las autoridades del Consejo de Promoción Turística que a partir de 2019 el organismo no le pagaría a la NFL los casi 15 millones de dólares por partido que estipulaba dicho convenio, y sin los cuales el acuerdo perdía validez. Una vez que recibieron la noticia, las autoridades de la NFL México buscaron, sin éxito, un cambio de rumbo en la decisión tomada por el nuevo gobierno. Fue entonces que el comisionado Goodell gestionó un encuentro con López Obrador en el que, a través de cifras del impacto económico del evento en nuestro País, buscaría salvar la relación de la NFL con el nuevo Gobierno Federal.

Tras la suspensión anunciada el pasado martes, debido a las pésimas condiciones de la cancha del Estadio Azteca y a la presión ejercida por parte de los jugadores de los Rams para no viajar a México, dicha reunión se mantuvo vigente. Unas horas después del encuentro, la NFL dio a conocer que el juego, que originalmente estaba programado para jugarse ayer, se disputará, como parte del contrato 2016-2018, durante la campaña de 2019 en el Estadio Azteca.

Indudablemente, ésta es una buena noticia para los aficionados al futbol americano en México. De entrada, es evidente que si hay dinero de por medio, la NFL está dispuesta a regresar a nuestro País, más allá de la molestia causada por la cancelación del partido de anoche. Ahora bien, creo que es válido preguntarnos si este tipo de espectáculos deportivos de corte internacional tendrían que ser pagados con presupuestos públicos. Por lo pronto, el monto que ya se había erogado para el duelo de 2018, seguramente será el que se utilice para pagarle a la NFL por el juego de 2019, por lo que el presupuesto federal del año que viene no se verá impactado.

Por ahora, nada se ha dicho oficialmente sobre la posible continuidad del contrato 2019-2021. Sin embargo, me parece que en el entorno actual, sería complicado para el gobierno justificar un gasto de 15 millones de dólares para traer a México un partido de futbol americano. Si el evento es negocio para todos, seguramente habrá muchos empresarios dispuestos a invertir en éste. De lo contrario, AMLO estaría obligado a mantenerse firme en su decisión y negarse a realizar un gasto que, claramente, no es prioritario para los objetivos de su naciente administración.

 
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