A morirse con la suya

José Pablo Coello
en CANCHA


Los Vaqueros de Dallas se meten hoy a casa de los campeones de la NFL para buscar darle vida a una campaña que hasta ahora, ha sido terriblemente decepcionante.

Jason Garrett, amigo cercano y hombre de confianza de Jerry Jones, parece estar agotando la paciencia del polémico dueño del equipo que podría estar pensando seriamente en dar un golpe de timón en la institución que, el próximo mes

de enero, cumplirá 23 años sin ganar un Súper Tazón.

Es un hecho que la ofensiva ha extrañado de sobremanera la ausencia del centro Travis Frederick, un jugador que no solamente está dentro de los mejores de su posición sino que, hoy lo tenemos muy claro, también hace lucir superiores a quienes lo acompañan en la línea. Por otra parte, también es cierto que hasta la llegada de Amari Cooper, procedente de los Raiders, Dak Prescott no contaba un receptor de élite a su disposición.

Aun así, estoy convencido que Dallas tiene los elementos para ser más competitivo en las trincheras y darle a Ezekiel Elliott un peso mayor en el plan de juego para convertir a su mariscal de campo en un hombre peligroso y desequilibrante. Sin ir más lejos, la semana pasada Zeke fue muy productivo en la primera mitad ante Titanes para terminar inexplicablemente "olvidado" a partir del tercer cuarto, y Tennessee terminó ganando el duelo con cierta comodidad.

El coordinador ofensivo Scott Linehan, y el propio Garrett, tienen que saber que sus trabajos están en riesgo y que de no modificar radicalmente lo hecho hasta ahora, seguramente serán despedidos al final del 2018.

Filadelfia ha volado por debajo del radar durante la primera mitad del calendario y, por lo pronto, está fuera de zona de clasificación. Sin embargo, las Águilas cuentan con una defensa muy sólida contra la carrera, ante la que muchos equipos prefieren abandonar esa opción y buscar hacerles daño lanzando el balón.

Dallas no parece tener, al menos por ahora, esa capacidad. Hace dos años el ataque terrestre les abrió las puertas del título divisional, y creo que la escuadra de la Estrella Solitaria tendría que apostar de nuevo por esa alternativa para buscar competir jugando de visita ante los monarcas de la liga.

El equipo de Doug Pederson es favorito y en condiciones normales, debiera salir con la victoria. Pero los Vaqueros, su dueño, sus entrenadores y sus jugadores, llegan en una situación desesperada y saben que una derrota los dejaría fuera de la pelea, por lo que jugándose la vida podrían encontrar la motivación adicional para competir y dar la sorpresa.

 
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