Señoras y señores, se veía venir desde hace tiempo, el futbol mexicano, la Federación, los clubes, que son socios y afiliados a la Federación, la Liga del futbol mexicano, los jugadores, todos están metidos en un abismo, en una rueda que da vueltas y no termina de sacudirse todos lo problemas que tiene, desde prácticas monopólicas, corrupción, lavado de dinero, dobles contratos, Pacto de
Caballeros, y a final de cuentas todo eso ha salido a la luz, en entrevistas de los jugadores, comentarios de los propios dueños de los clubes, muchos de ellos en su altísima prepotencia reaccionan indignados ante situaciones que les suceden a sus equipos mal administrados.
Y la Cofece, que es la Comisión Federal de Competencia Económica, se ha dado cuenta que hay problemas serios, severos, económicos, y que ha abierto una investigación de oficio por la existencia de prácticas monopólicas absolutas entre agentes económicos y que probablemente violen la Ley Federal de Competencia Económica.
El Pacto de Caballeros, como todo mundo lo sabe, es un acuerdo no escrito entre dueños y directivos de equipos para negociar a sus jugadores. Un jugador no puede negociar con otro equipo aunque su contrato haya terminado, se encuentre libre, tiene que pedir un permiso especial o sufrir represalias del Pacto de Caballeros o huir del futbol mexicano buscando otros destinos y si no es figura ¿dónde quedará?
Si un equipo quiere traer a alguien que esté en el extranjero, tiene que negociar con el último equipo con el que jugó en México, imagínense, triangulación, y el Draft que es la culminación de esta joya histórica que han creado, los dueños deciden dónde jugarán los jugadores sin considerar si ellos lo desean, lo quieren o pueden mover a su familia.
México es el único país del mundo futbolístico donde ocurre esto, donde hay un Pacto de Caballeros que destroza al futbolista.
Eso lo hacen constantemente en el Régimen de Transferencias, dobles contratos, vemos que la Asociación de Futbolistas no puede casi intervenir, interviene a veces o muy poco y por eso un organismo como la Cofece se mete a fondo y obliga a la Federación y clubes a abrir sus archivos, computadoras, para indagar qué existe malo en el futbol.
Ojalá todo esto le dé transparencia al futbol mexicano si sale algo, porque debe salir. El futbol mexicano no es manejado por monjas de la caridad ni mucho menos, es manejado por algunas empresas capitalistas muy poderosas y algunos mecenas que dicen tener mucho dinero que se cuelan por prestigio a las empresas del futbol, simplemente es una vitrina, un escaparate importante para exhibirse para otro tipo de negocios que les abra la puerta a ganar millones de pesos. Pocos lo toman con interés real, en una Liga seria, profesional, importante, que no cometa errores tan graves como estos. Esperemos.
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