El tenis mexicano se encuentra inmerso en un círculo vicioso, el cual será difícil revertir, a menos que se den cambios drásticos urgentes.
Los mejores atletas mexicanos eligen practicar otros deportes porque en el tenis mexicano no se tiene un programa de torneos que motive a los tenistas juveniles, un sistema de ranking que sea fácil de entender y que los torneos nacionales sean de bajo
costo para los padres de familia.
En la mayoría de los clubes por toda la República mexicana hay entrenadores que están más ocupados en los programas sociales del club y hay pocos clubes que realmente tengan programas competitivos o de alto rendimiento.
Es preocupante que en los torneos nacionales ha disminuido la cantidad de jugadores que participan y los mejores juveniles carecen de fogueo y se quedan compitiendo con los mismos rivales todo el tiempo.
El nivel de los jugadores mexicanos es tan bajo que en las justas internacionales vemos pocos juveniles teniendo buenos resultados, incluso en los de categoría 4 y 5, que son los torneos de más bajo nivel de la Federación Internacional de Tenis (de menores de 18 años). Y a eso le debemos sumar que el tenis ha cambiado, pues ahora el aspecto físico es por lo menos un 60 por ciento más importante que el aspecto técnico del tenis.
México tiene, por el otro lado, una gran cantidad de torneos profesionales.
El Abierto Mexicano es el mejor torneo de Latinoamérica. El abierto GNP en Monterrey es un torneo que sigue creciendo y hay por lo menos cinco torneos Challengers ATP y WTA, donde un jugador mexicano no tuviese que salir de territorio mexicano para ubicarse dentro de los mejores 100 del ranking mundial.
La Federación Mexicana tendría que tomar un rol protagónico. Dejar de lado el tema político. Establecer un sistema de ranking atractivo para los jóvenes, con un calendario de torneos que incentive a los bolsillos de los padres de familia.
Tener un equipo de entrenadores que estén dedicados a los mejores jugadores mexicanos y que puedan tener acceso a las nuevas formas de entrenamiento. Que las Selecciones nacionales puedan tener acceso a los torneos internacionales para adquirir el fogueo requerido.
La carrera de un tenista juvenil debe ser clara, motivante, divertida, atractiva, con mucha pasión y, considero que, puede ser una realidad.
Ojalá y no me equivoque.
Twitter: @Leolavalle1
