San Cadilla
en CANCHA


Más que merecido el título
 
Este equipo Cruz Azul tenía fe de más. De más, no les miento.

Horas antes, y lo tuiteé en @SancaReforma, hablé con un jugador hasta el hotel a Monterrey y me dijo que estaban seguros, sin nervios, confiados (bien, no relajados) en ganar la Final.

Vimos el juego y lo hicieron más que bien.

Anotaron cuando tenían que hacerlo y defendieron

más ordenados que una fila de militares estadounidenses.

Este Cruz Azul de Pedro Caixinha ha comenzado a quitarse la malaria de años y décadas. Al menos ya inició con la Copa... y ahora va por la Liga.

PD: Ya comenzó a quitársela el Cruz Azul... ¿y ahora es de Rayados?

 
 
¿El nuevo Cruz Azul?

Del otro lado hay algo que aún no se logra entender.

El Estadio BBVA Bancomer de los Rayados es el más hermoso del País... pero ¿el más maldito?

Nooo, sería una tontería decir que es maldito por las ya muchas derrotas en Finales que tiene en su cortísima historia.

Las pierden por lo que juegan, las pierden porque les falta sangre, las pierden porque les falta calidad y las pierden porque los rivales hicieron mejor las cosas.

1. Perdió la Final de Liga del 2016 contra Pachuca.

2. Perdió -el 10 de diciembre del 2016- contra Chivas en la Sub 17.

3. Perdió la Final de Liga -también el 10 de diciembre- del 2017 contra Tigres.

4. Perdió la Final Femenil en el 2018 ante Tigres.

5. Perdió la Final de Copa 2018 ante Cruz Azul.

Lleva más derrotas de Finales ese estadio (5) que años de inauguración.

El de ayer fue un equipo sin alma, sin coraje y sin nada.

Y a eso hay que añadirle que el Cruz Azul le jugó muy bien.

Rayados no perdió sólo porque jugara mal, Rayados perdió porque se topó con un Cruz Azul muuuy bien parado.

Allá en Monterrey tienen la leyenda de que hay una gallina enterrada en el BBVA, que por eso les va mal, pero obvio no influye.

Pero haaay, Dios, ya comienzo a dudar.

PD: 3 años de inaugurado ese BBVA... y ya 5 Finales perdidas.

 
 
¡Otra más!

En Rayados ya tienen varias acumuladas acerca de que no les agrada que algo relacionado a Tigres entre a su estadio.

Resulta que el martes le avisaron a la dirigencia del Monterrey que el "embajador" que sacaría el trofeo para ponerlo en un escaparate y al final antes de que lo entregaran, iba a ser Claudio Suárez.

Se entera la directiva y dice: "No quiero que sea Claudio por su pasado Tigre".

Oootra vez aparecieron los sentimientos de que si es algo de Tigres, aquí no entra.

Se llama karma, señores. El futbol cobra. ¿Hasta cuándo se dejarán de esas actitudes de barristas? Ahí hay barristas con oficina.

¿Qué hicieron? Pues le buscaron y buscaron y nada. Pero eso sí: "Claudio no"..

"Allá en Monterrey nos retacharon a Claudio. No lo quisieron por su acercamiento con Tigres. Buscaron, tenían en mente a algunos, pero finalmente se decidieron por el 'Abuelo' Cruz".

Ya mejor ni digo nada. Otra vez la misma cantaleta en esa dirigencia..

PD: Siiin palabras.

 
 
Chula cancha
 
Por más que le invierten, por más que siembran y que ponen cuchillos en el pasto para que no llueva y el mentado césped híbrido agarre como debe de ser, la cancha del Estadio Azteca nomás no queda bien.

Pero la que les voy a contar es el padre de todos los "remedios" que aplicaron a la desesperada en días pasados y para que la cancha pareciera el mismísimo Santiago Bernabéu, o bueno, al menos eso intentaron.

Resulta que después del cochinero que dejó Shakira con sus conciertos, los encargados del Azteca movieron cielo, mar y tierra para componer la superficie, pero por más que lo intentaron no quedó debido a que la semilla que plantaron para que el césped creciera, al menos iba a necesitar una semana para pegar como Dios manda.

Ante la lluvia de críticas que le caen al estadio por todos lados, no hubo otra más que buscar esta maravillosa alternativa de última tecnología: pintar el césped del Azteca.

Sí, así de clarito me lo contaron.

No hubo de otra más que pintar de verde el césped para ocultar las huellas que dejó la colombiana.

Varios de los protagonistas del siguiente partido después de los conciertos me chismearon que al llegar al vestidor se dieron cuenta de que traían las calcetas y el short ¡pintados de verde!

Ni les cuento cómo terminaron el partido y lo mucho que les costó quitarse la tinta.

Lo gacho de esto es que a los rivales ya les parece una falta de respeto jugar en esas condiciones al tratarse de una cancha de Primera División.

Pero bueno, ya veremos cuál será el siguiente capítulo de esta tragicomedia del Azteca y su césped híbrido.

 
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