Escribo estas líneas desde la ciudad de Los Ángeles, unas horas antes del Juego 4 de la Serie Mundial entre los Dodgers y los Medias Rojas. Y aunque está claro que la afición de esta ciudad tiene un lugar muy especial para el equipo que busca su primer título en 30 años en Grandes Ligas, lo cierto es que hay también en el ambiente una enorme expectativa por el duelo que, en el Coliseo,
escenificarán los Carneros y los Empacadores.
El equipo que dirige el joven maravilla Sean McVay es el único invicto en la NFL y hay quienes piensan que además de ser el rival a vencer en la Conferencia Nacional, podría terminar la temporada regular sin perder un solo partido. Green Bay, por su parte, es una escuadra que a pesar de su irregularidad en la primera mitad del calendario, sigue estando en la pelea por el título divisional.
Sin embargo, el detalle más llamativo del duelo de esta tarde es la presencia de dos mariscales de campo egresados de la Universidad de California en Berkeley. Aaron Rodgers se ha ganado a pulso el reconocimiento como un jugador de élite, mientras que Jared Goff sigue confirmando que la decisión de convertirlo en la primera selección global del Draft de 2016 fue la correcta. Ahora bien, mientras Rodgers ha tenido que batallar por la falta de un ataque terrestre competitivo y la ausencia de armas confiables a la ofensiva, Goff se ha beneficiado de una línea ofensiva excepcional, un cuerpo de receptores talentoso y explosivo, y la presencia de Todd Gurley, el corredor más completo de la NFL.
Lo cierto es que al menos en el papel, los Rams son favoritos para ganar. Juegan en casa, tienen una ofensiva que ha anotado más de 30 puntos en 6 de sus 7 partidos y parecen tener la química necesaria para lidiar con la presión de estar invictos. Sin embargo, Rodgers suele crecerse en este tipo de partidos. Aunque públicamente ha declarado que se siente orgulloso de Goff, seguramente querrá demostrar que él sigue siendo el mejor jugador egresado de la Universidad de California en la actualidad. Además, la lesión de Aqib Talib ha vuelto vulnerable a la secundaria de los Carneros, y la línea ofensiva de los Empacadores ha hecho un buen trabajo para proteger a Rodgers, lo cual será absolutamente necesario para neutralizar a la temible dupla de Aaron Donald y Ndamukong Suh.
Más allá del resultado, el partido de esta tarde entre Green Bay y Los Ángeles será un termómetro muy interesante para determinar qué tanta distancia hay entre estos dos equipos, y saber si ambos realmente tienen aspiraciones legítimas de contender por el título. Y, obviamente, tendrá un significado especial para dos de los más ilustres deportistas egresados de la Universidad ubicada en Berkeley.
@JosePabloCoello
