La orquesta del 'Piojo'

Francisco Javier González
en CANCHA


Dijo algún día Vitorio Pozo, técnico de la Selección italiana para los Mundiales de 1930 y 38 que aceptaba las críticas -ya entonces habían nacido para el futbol- pero que el no llamaba necesariamente a los mejores jugadores, sino a los que juntos hicieran sonar mejor a la orquesta.

Ayudado por el fascismo de Mussolini y algunas triquiñuelas reglamentarias, esa Italia fue bicampeona del

mundo. Los tiempos rupestres del futbol empezaban a heredar frases célebres para la posteridad.

Miguel Herrera apela a lo que es necesario dar en esta última patada de ahogado: el conjunto de un equipo con inercia ganadora para suplir la monotonía individual de una Selección que se estacionó a finales del año pasado en la inutilidad y nadie la ha podido mover de ahí ni con las grúas más poderosas.

Cuando se opta por la orquesta en lugar de hacerlo por los mejores para tratar de conjuntarlos -lo que eso de "mejores" quiera decir- pueden aparecer 10 jugadores del América, 4 del León, 2 de Santos y uno de Cruz Azul, Pachuca, Monterrey, Morelia, Tigres y Chivas.

Algunos nombres brillan por su ausencia. Torrado, Torres Nilo, Salcido, "Chaco", Arce, Meza.

Individualmente y por su peso específico hay quienes en condiciones normales no hubieran aparecido. Pero como el conjunto, conocerse, saber jugar en el Azteca con éxito y tener como referencias mutuas al mismo técnico y director deportivo del club ahora en el Tri, los debutantes en verde llegan a un número inusitado en un momento igualmente excepcional.

Víctor Manuel Vucetich tragó amargo. Su paso fue corto e infructuoso. Avanzó por deméritos de otros a la Repesca y la manera de jugar con hombres parecidos a los de las listas del "Chepo" a lo mismo que se terminó jugando con su antecesor determinaron cambiarle su contrato por una calaverita.

Con diferentes formas de hacerlo, en el futbol -¿y en la vida?- la dictadura del resultado impera sobre todo lo demás. A partir de ahí se pueden construir cosas. Pero sin las cifras de los marcadores a favor no hay quién resista. Mucho menos en condiciones de tal urgencia que cada quien tiene dos flechas disponibles. Las de Vucetich casi pegan fuera. Las de Herrera están listas para ser disparadas.

Eran muchos y parió la nieta: hasta la Sub 17, defendiendo su título, cayó por un grosero 6-1 en el Mundial de Emiratos.

Además de ancha, la espalda de Miguel Herrera necesita ser fuerte. Endulzó el oído con lo declarado en su presentación. Tenía mucha mejor cara que Ricardo Peláez y sus acompañantes.

La sonrisa de millones en manos de un "piojo".

Qué paradoja.

 
fjgonzalez@reforma.com