Máquina engañosa

Mario Castillejos
en CANCHA


En el razonamiento donde nada es seguro, César Montes se lastima festejando un gol, el árbitro Fernando Hernández marca un penal con visión hostil, el codo de Funes Mori lo confunden con un arma blanca y los Tigres brincan hacia abajo cada ves que una pelota vuela cerca de su portería.

El sábado fue uno de esos días en que la afición regiomontana se retiró a sus casas ligeramente

defraudada. El futbol nos seduce por su misterio, donde es posible que pase lo que no tenía que pasar.

Para el equipo de Alonso, bastaron ocho minutos, donde parecía que todo iba bien para sus intereses y, de pronto, todo estaba mal. Rayados perdió en el Azteca con las botas puestas. Con todo en su contra, la derrota fue digna. Nada para reprocharles.

O tal vez la epidemia de rupturas musculares que su entrenador negó siete días atrás, pero fuera de eso, Monterrey, por necesidad, construyó un acertijo que hizo ver torpe al líder de la competencia.

De hecho, Marcelo Barovero sólo fue llamado para atajar un balón que llevaba dirección de gol.

Ahora, tampoco podemos dejar fuera del análisis que de los últimos seis partidos, 18 puntos, Rayados apenas contabiliza cinco unidades de saldo (un ganado, dos empates y tres derrotas).

Y de mantener este 30 por ciento de eficiencia, raspando alcanzarían su clasificación. Por lo pronto, el martes se juegan contra Querétaro el pase a la Semifinal de la Copa, luego reciben a Toluca y viajan para enfrentar al sorprendente Santos.

Cruz Azul ha reencarnado en la Máquina que gana partidos. Ocho victorias de 12 posibles, más dos empates, es música celestial para los oídos de una afición acostumbrada a ser víctimas del bullying.

El equipo de Caixinha, es lugar 16 en tiros totales, lugar 15 en tiros con dirección a gol, lugar 17 en balones recuperados en campo rival, lugar 17 en pases completos, lugar 16 en porcentaje de pases completos y lugar 15 en pases completos en campo del rival (números antes de la jornada 12). Sí, pero aquí también hay una verdad irrefutable: son superlíderes.

Sin duda que este Cruz Azul desarrolla variados engaños, donde el más cruel es hacer creer al contrincante que domina el juego porque controla la posesión o la estadística de tiros. Pero aviso que a la larga, sin estas dos condiciones, no van a dominar la Liga como lo han hecho en estas 12 jornadas.

Del otro lado de la Ciudad, los de la "U" jugaron muy por arriba de lo que terminó diciendo el marcador (América 3, Tigres 2).

¿Pero, no es una incoherencia afirmar que jugaron mejor que el América o Pachuca en la Copa, cuando estos les encajaron seis goles? Sin duda que la sensación de ser el amo de algo es narcótica.

Para desgracia del equipo de Ferretti, jugar bien también implica no cometer errores. ¿No cree usted?

PD. Odio la realidad, porque el que gana no necesariamente es el que juega mejor.

Lo escrito, escrito está.

 
Twitter: @castillejos_m