Si la justicia consiste en dar a cada uno lo que merece, señalar como justa la asistencia de México al Repechaje equivale a creer que quienes ganan la lotería lo hacen por méritos propios.
El futbol mexicano debe recapacitar con la "pamba loca" que nos propinaron Honduras, Panamá, Jamaica, Costa Rica y, por enésima vez, los Estados Unidos.
Nuestra genética azteca, acostumbrada a
ofrendar vidas humanas para saciar la ira de los dioses, hoy pide a gritos el sacrificio de los supuestos autores intelectuales de este papelón.
Al finalizar el Mundial de Sudáfrica 2010, afición y prensa en general acusaban de inepto a Javier Aguirre por dejar en el banco a quien el Manchester United acababa de firmar, el "Chicharito" Hernández.
Tres años después, con 50 goles en 116 partidos vistiendo la prestigiada camiseta del club inglés y 35 goles en 59 apariciones con el Tri, las mismas voces paradójicamente le reclaman a Vucetich por la presencia en la cancha del ahora goleador mexicano.
Al principio de cada catástrofe y cuando éstas han terminado, invariablemente aparecen las trilladas retóricas: "Mientras antepongan lo económico a lo deportivo, el futbol mexicano fracasará". "La culpa es de los torneos cortos que premian la mediocridad". "Si no se disminuye el límite de extranjeros, nunca saldrán buenos jugadores mexicanos".
Pero si examinamos el sustento, nos topamos con que los clubes de futbol, sin excepción, destinan más del 70 por ciento de los ingresos a sueldos de jugadores y entrenadores, por ningún lado hay materia para señalar que se antepone lo económico, a menos que los jugadores sean amateurs.
Y si el sistema de competencia está diseñado -como algunos apuntan- para no premiar al mejor equipo del torneo, ¿en qué parte de los jugosos contratos que gozan los entrenadores y jugadores se les exonera para demeritar la fase regular, castigando en el grueso del torneo al televidente, al pagante y posible nuevo seguidor?
Y para terminar, si las mejores ligas del mundo, que por coincidencia producen las selecciones más potentes del planeta, permiten entre un 48 y un 63 por ciento de jugadores no nacidos en su país, ¿en que rincón de la tierra ha quedado demostrado que al bajar la cantidad de extranjeros en automático se mejora la calidad de los 20, 30, 40 o 50 mejores futbolistas de ese país?
Aceptemos, los nuestros no son tan buenos por causa de alguna de estas retóricas.
PD. "Las verdades se convierten en dogmas sólo en el momento en que comienzan a ser discutidas". G. K. Chesterton.
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