Ya debutó Víctor Manuel Vucetich con la Selección Mexicana y logró su primer y cardiaco triunfo en un juego en el que algunos jugadores, otra vez, dejaron en claro que no merecen la jerarquía que les han otorgado dentro del Tri.
Contrario a lo que debería ser lógico y que sucede con jugadores de otras nacionalidades donde ser parte del futbol europeo los hace madurar y cargan con el peso
de la responsabilidad en sus selecciones y por consecuencia son los que hacen la diferencia, aquí no sucede eso.
Lo que hemos visto en esta terrible sinfonía concacafkiana es la muestra viva de una publicidad engañosa, son las manos de los representantes de jugadores combinada con la euforia de los medios de comunicación que tocan el piano y nuestros técnicos nacionales bailan a su ritmo y sin ritmo.
Giovani dos Santos, entre todos los demás, hasta ahora ha sido el mayor engaño, y aunque su trayectoria así lo dice, las necesidades de nuestro futbol ciegan a nuestros estrategas que siguen hipnotizados.
El Barcelona compró una joven promesa que nunca dio el siguiente paso. El solo hecho de vestirse con los colores del club catalán lo transformó en una marca. De ahí en adelante todos los demás clubes por donde ha pasado ha comprado una marca y se han quedado con una promesa incumplida.
Sin contar el Barsa "B", en su carrera Giovani ha jugado en el Barcelona y ha anotado 4 goles, en el Tottenham 3, Ipswich Town anotó 4, con el Galatasaray no anotó, Racing de Santander fueron 5, con el Mallorca 6 y actualmente lleva 4 goles en el Villarreal.
Son siete equipos en siete años de carrera y eso no significó nada para el "Chepo" y tampoco para Vucetich.
Giovani lleva 26 goles, tiene más escándalos en su currículum que grandes presentaciones con su Selección y aún así sigue siendo titular indiscutible del Tri y me pregunto: ¿por qué?
Éste es sólo un caso de algunos que tenemos en el Tri, pero es suficiente para que se den cuenta del por qué estamos a la orilla del abismo.
La fiebre europea, contrario de ayudarnos, nos ha hecho daño porque nuestros técnicos se han dejado llevar por lo que escuchan y no por lo que ven, y mucho menos por el rendimiento.
Si los "europeos" no son titulares en sus clubes, siendo que muchos de ellos están en equipos chicos, ¿por qué diablos son titulares con nuestra Selección?
Señores, dejemos el patriotismo a un lado y seamos sinceros. Esos muchachos se fueron a Europa por baratos y no por ser muy buenos jugadores. Cruzar el "gran charco" no los hace grandes.
Hoy mismo prenderé mi veladora, pero mi petición será para que ilumine a Vucetich con la esperanza de que en su próxima alineación estén hombres y no nombres producto de la mercadotecnia.
careca@elnorte.com