El día D ha llegado: México-Panamá en el Estadio Azteca. El técnico Víctor Manuel Vucetich ha dicho que es el partido de su vida, y cuando un DT con tanta experiencia dice esas palabras quiere decir que está preocupado.
México tiene que salir a ganar porque le falta todavía el partido ante Costa Rica, enfrentamiento que ya sabrá porque juega hoy a las 16:00 horas contra Honduras, pero
tiene que preocuparse de lo que otros le achacaron. El futbol mexicano, desde hace tiempo lo hemos comentado, tiene que cambiar, revolucionarse y reinventarse; tiene que haber una reingeniería, no puede seguir siendo usando como un juguete jugoso de ganancias económicas. ¿El futbol mexicano lo puede generar? Sí, la Selección lo puede generar también, pues una Selección que va al Mundial genera ingresos publicitarios, pero si la empresa que dirige insiste en tenerla bajo su feudo, en tenerla casi secuestrada, que todos sus empleados trabajen para ella, para que hagan lo que dice esa empresa, que graben los comerciales como ella dice, simplemente como esclavos, simplemente para darse el gusto de la monopolización de la gente, la Selección y el futbol de México...
La dominancia impresionante que ha tenido Televisa sobre el futbol es uno de los más grandes desastres de este deporte. Cincuenta años de fracasos y hoy estamos cerca de una gran fracaso, y ha tenido que llegar un técnico de la experiencia de Vucetich para tratar de salvarle los millones a esa empresa que manipula todas las noches.
Y de ahí para abajo la pirámide. Culpables: jugadores, que son los que están en la cancha; el cuerpo técnico, que desapareció como por arte de magia y seguramente están con el Mago de Oz o en alguna película de vampiros, pero no aparecen, chuparon y chuparon bien.
Vucetich tiene que sacar el fracaso adelante. La palabra fracaso es dura y cruel, pero México ha fracasado, ha jugado un futbol infame dentro y fuera del Azteca. El último partido ante Estados Unidos, Tena fue glorificado y fue un fraude porque fue un compendio de errores y de no saber dirigir.
Hoy esos técnicos que eran endiosados no existen más, se cambia y se pone otro, y se vuelve a decir: 'No hay fracaso', 'clasificaremos', 'somos los mejores del área', 'fue un simple error'... No. México, el público, la gente está cansada de esa abominación tan exagerada, tan brutal, tan desequilibrante, tan intolerable, y seguiremos.
Ojalá México clasifique, ojalá gane hoy y vaya al Mundial; no va a pasar nada, pero que al menos vaya y que le dé algo a tantos mexicanos que sufren con su Selección y con este deporte tan exageradamente dominado y manipulado por una sola empresa y por un grupo de personas que deciden todo lo que tiene que hacer en el futbol. Es intolerable.
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