Dorada broma

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


La Selección Mexicana inició ayer una etapa no se sabe de cuánto tiempo.

Ni de cuántos partidos, empezando por éste jugado en cancha estadounidense ante Uruguay. Al margen del resultado y de las conclusiones que pudieran rescatarse quién sabe para qué, sirvió este partido como inicio de otro singular ciclo mundialista para los tricolores.

Un peculiar interinato de Ricardo Ferretti

insertado en un futbol tradicionalmente acostumbrado a cosas mucho más raras.

Ahí está, como flamante ejemplo, la magnífica broma que se convirtió en el mexicano y futbolero tema de la semana: los Dorados contrataron como técnico ¡a Diego Armando Maradona!

Una sorprendente y dorada broma que sacude al medio futbolero entero a pesar de generarse en un equipo de la "División de Ascenso", plagada de participantes que no pueden ascender.

Noticia que impacta al medio entero por el personaje en cuestión. En la cancha, simple, sencilla e indiscutiblemente, uno de los cuatro más grandes exponentes en la historia de este juego; pero en los demás roles, dentro y fuera del futbol, con un deplorable desempeño.

Alguien que como técnico no tiene con qué para aspirar siquiera a la medianía, es contratado porque como jugador alcanzó niveles que sólo tres o cuatro más han alcanzado. Otra vez la confusión de roles; y como con dinero baila Diego, seguramente será estratosférica la cantidad que reciba por asumir el reto.

Reto para él, demostrar que algo puede aportar como técnico; y para los Dorados, lograr bajo su impredecible batuta algo más que el enorme impacto mediático ya logrado. Porque más allá de lo fácil que resultaría bromear con lo de la coca, el problema de Maradona está en el coco.

Queda por verse si en Culiacán mejora... y los Dorados con él.

 
 
Twitter: @rgomezjunco