"El golf no es como otros deportes que te pueden remplazar si estás teniendo un mal día. El golfista tiene que completar el torneo".
Phil Blackmar, golfista profesional
Atletas con enfoque en el alto rendimiento saben que del cuerpo y de su buen estado físico depende el éxito. Los golfistas en las competencias hoy en día también son atletas completos, el desarrollo
de la fuerza es esencial para ser competitivo en los grandes foros, pero ese proceso también obedece a la protección contra las lesiones propias del deporte.
Los golfistas se pueden lesionar la espalda baja, los hombros y, sobre todo, las muñecas. El contacto con la bola no es normalmente causa de lesión, pero sí hacer un golpe desde un desnivel, la resistencia del pasto largo (rough), o el contacto del bastón con la raíz de un árbol, bueno hasta una ampolla en los dedos de la mano podría afectar un buen desempeño. Los golfistas podríamos parecer delicados ante las lesiones porque cualquier dolor afecta la habilidad de hacer bien el swing o de practicar adecuadamente.
Isabella Fierro es una de las mejores jugadoras amateurs de México. A sus 17 años, está clasificada 51 en el ranking mundial, sólo María Fassi está en mejor posición (lugar 13). Ellas dos, junto con Ana Ruiz, eran el equipo que representaría a México en el Campeonato Mundial Femenil (Copa Espíritu Santo) a jugarse en Irlanda, pero Isabella tuvo que enfrentar la dolorosa decisión de retirarse del equipo unas horas antes de partir. Isabella fue operada en septiembre de hace un año de una añeja lesión que se tenía que atender (ruptura del fibrocartílago triangular tipo 2), la cual la dejó fuera de las competencias por cuatro meses. A partir de ahí fue recuperándose hasta estar en forma completa este verano. Sin embargo, justo en el US Women's Amateur, hace tres semanas, se resintió después de pegar un golpe desde el rough. A partir de ahí los dolores regresaron y la preparación y entrenamiento se vieron afectados.
Fierro se cuidó e intentó hacer todo lo necesario para estar lista y jugar, pero al final tuvo que ceder, aunque la muñeca podría haber estado recuperada casi al 100 por ciento para cuanto inicie el torneo este jueves, ya que su preparación no iba a ser la ideal porque llegaría con 10 días de poco entrenamiento y, por otro lado, tenía que pensar en el bien del equipo. La Federación Mexicana de Golf y todos los que apoyamos a Fierro estuvimos muy de cerca en el proceso. Teníamos esperanza de que jugara porque sabemos el valor que representa una jugadora con la experiencia que ya tiene Isabella.
Al final, el peso de las decisiones importantes obedece más al futuro y a las consecuencias. Para Fierro era un riesgo estar presente en el torneo y no tener el desempeño deseado, ya que afectaría a la confianza y seguridad, así como también sería injusto para un equipo. El reemplazo fue Cory López, otra juvenil de Monterrey que ha crecido en experiencia y ha jugado de forma sensacional los últimos meses. Fierro tomó una decisión con la madurez que da la experiencia y no la edad.
Hasta el próximo green.
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