'Brillante' idea
¿A quién se le ocurrió regalar trompetas de plástico en el Clásico? Seguramente que a los que le dieron luz verde a esta idea ni si quiera echaron una ojeada a las normas de seguridad vigente en cada inmueble.
Cuando uno llega dispuesto a ver el partido, le revisan todo... y cuando digo todo, es todo. Incluso se ponen flamencos cuando alguien porta pashmina
o algo parecido a una bufanda porque aunque tengas gripe o estés enfermo se niegan a dejar que entres con tu mascada.
Pero qué tal que nadie se percató que estos objetos se convirtieron en proyectiles.
Además de que se escuchaba un ruido infernal, sobre todo cuando cayeron los goles del América, muchos comenzaron a lanzar estas trompetas para golpear a la gente ubicada en las zonas de platea plus y especial bajo.
No conformes con la agresión, desarmaron el artefacto, que quedaba como una especie de botón grueso -donde estaba la boquilla-, y hubo varios golpeados; de milagro no salieron algunos descalabrados por la fuerza que tomaban las trompetas al ser lanzadas desde lo alto.
Estas cornetas traían estampada la marca de una cerveza y también el logo de la FMF, así que juzgue usted de dónde vienen las brillantes ideas: no dejan pasar cinturones, pero proporcionan otros elementos para causar daño... y gratis.
Culpen a la visa
En estos tiempos hay muchas razones para que el sueño europeo de un futbolista mexicano termine antes de tiempo, una de las más recientes es la de los trámites burocráticos.
Justamente Fernando Morales fue víctima del tema en cuestión, pues al no obtener la visa de trabajo en Suecia no pudo concretar su fichaje con el Ljungskile SK, cuadro de la Segunda División, al que se fue a probar a principios de julio.
Y es que el papel era el único requisito que necesitaba el volante para quedarse mínimo hasta finales de año, razón por la cual su decepción fue mayor.
Una vez asimilado el trago amargo, Morales decidió regresar a México para planificar su futuro y con tal de no perder ritmo le pidió al técnico de Pumas, José Luis Trejo, que lo dejara ser parte de los entrenamientos.
El estratega, al conocerlo por compartir vestidor en Necaxa durante el Clausura 2007, aceptó sin problemas, por lo que desde el jueves ya se ve al mediocampista por los rumbos de Ciudad Universitaria, donde podría permanecer por mucho tiempo en caso de llenarle el ojo al DT.
Como rey
Finalmente se comprobó que Ángel Reyna está más que consentido en el Veracruz.
La semana pasada estaba que no aguantaba el dolor del codo por la lesión que había sufrido en los entrenamientos de la Selección, pero como se entercó en jugar ante el América, dijo que sí podía alinear y el técnico Juan Antonio Luna lo dejó, aun sabiendo que si sufría alguna caída o golpe, su brazo podría empeorar.
Horas más tarde Reyna se dio cuenta que necesitaba un analgésico más fuerte porque la molestia era insoportable y advirtió que iba para dos semanas fuera o tal vez más, según su propio diagnóstico. Ni siquiera imaginaba que su técnico lo estaba considerando para enfrentar al Pachuca, porque insistía en que si el jugador quería alinear, lo iba a hacer.
Este punto lo tienen todos muy claro y no genera mayor problema, pues en Veracruz todos saben que al ex americanista lo tratan a cuerpo de rey.
san.cadilla@reforma.com