Moral futbolera

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Pobre futbol mexicano con sus dobleces.

Dobles contratos, dobles caras, dobles equipos de un mismo dueño y doble moral en una sola liga.

Que con el conflicto entre Guillermo Vázquez y el Veracruz de Fidel Kuri se destapara lo de los dobles contratos, sirvió para confirmar que en el futbol mexicano uno de los rasgos más alarmantes y vergonzosos es el desparpajo con que se aceptan las

cosas mal hechas.

Jugadores y directores técnicos firman una especie de contrato ficticio nada más para cumplir con el expediente y registrarlo en la FMF; pero estipulan aparte, en un contrato privado, lo que realmente devengarán por sus servicios.

El problema surge cuando alguna controversia provoca que el contrato ficticio adquiera realidad, cuando dicha controversia debe ser resuelta con base en lo que oficialmente se sabe.

No sé si algunas veces con ese inmoral mecanismo ciertos dirigentes encuentren una forma de lavar dinero, pero evidentemente quienes cobran mucho más de lo registrado se benefician impunemente al eludir impuestos.

"Que paguen los que menos ganen, porque nosotros, que ganamos mucho, preferimos no pagar". Así parecen "razonar" quienes alegremente le entran a esta costumbre aceptada como "normal" en algunos equipos, esperemos que no en la mayoría.

Para los dirigentes (en este caso sí la mayoría indudable) lo reprochable no es hacer mal las cosas, sino que se note, que se sepa cómo las hacen. Y cuando se sabe y se nota, entonces aparece su tradicional caparazón del cinismo para decir que no pasa nada, que así se manejan esas cosas, que en todos lados sucede, que por favor ya no insistan en pretender manchar a nuestro futbol.

Un futbol manchado por ellos, claro, pero a veces sin que se den cabal cuenta, porque así se desenvuelven con su doble moral, con su muy mexicana "moral futbolera".

A ver hasta cuándo.

 
 
Twitter: @rgomezjunco