Status quo

Jo Ramírez
en CANCHA


Dejamos Singapur, un Gran Premio impresionante por ser de noche y que nos enseña increíbles vistas de la ciudad. Aunque nunca me tocó esta carrera, por años hice una escala de un par de días antes de regresar a casa después de la última fecha del año en Australia, y ahora me apetece regresar en tiempo de Gran Premio.

Salimos de esta carrera con un sabor de boca un poco amargo. En cada

Gran Premio nos toca ver castigos infundados, como la que "Checo" sufrió en Spa.

El colmo llegó después de la carrera, cuando a la Red Bull de Mark Webber le explotó el motor a una vuelta del final (si que nació sin suerte, nunca le pasa a Vettel), se bajó del auto y tomó un aventón a los pits con su amigo Fernando Alonso, ¡un viaje corto de taxi que le costó 10 posiciones para la parrilla de Corea!

Sí, he leído las declaraciones de todos y todo lo escrito; sí, sé que fue muy peligroso y que no se debe hacer, una buena reprimenda estaba en orden, ¿pero 10 lugares?

A un piloto que ha enriquecido a la Fórmula Uno, que su popularidad ha sido envidiada, ¡y que se despide este año!. ¿Acaso la FIA no tiene alma, camaradería, deportivismo, humor? Mark se irá con un horrible sabor amargo de la actual F1, y si los equipos no hacen nada por cambiar el status quo, la FIA arruinará el deporte.

Sin mencionar que los esfuerzos por disminuir los costos se van por la ventana con los nuevos motores para el próximo año, las escuderías pequeñas -que son más numerosas que las grandes- van a sufrir mucho y desde luego que no vendrán nuevos equipos a la F1. Quedan pocos valientes en el mundo.

Basta ya de quejas con nuestro cuerpo gobernante. La próxima carrera es en Corea... sí, como lo han leído: Corea. Todos nos preguntamos qué tiene que hacer la Fórmula Uno en Corea cuando podríamos ir a Magny Cours, Paul Ricard o Ímola. Aún no encuentro a una persona de la F1 que le guste ir a Corea. El circuito está muy lejos de Seúl y nadie se explica el por qué.

El circuito es otro moderno de Hermann Tilke, con dos largas rectas, no muy interesante excepto por la última sección que casi parece un circuito callejero. Entre los pilotos hay mucha diferencia de opiniones, pero es tan largo el viaje que todos están hartos y quieren regresar al mundo normal.

Sebastian Vettel ganó las últimas dos ediciones, y estamos seguros que será otra pista para el alemán, y ahora sólo porque ni Mark Webber podrá estar cerca de él, así que el resto de los equipos mejor se concentran con el auto de 2014, aunque nunca tendrán la visión del gurú de Red Bull: Adrian Newey.

 
 
jo.ramirez@elnorte