Como el perro arrepentido
 
No pasó mucho tiempo para que Rodolfo Pizarro terminara por arrepentirse de aquel insulto que le lanzó al América cuando ganó la Concachampions con Chivas en pleno festejo en La Minerva.

El pasado fin de semana en el Estadio Azteca, ya enfundado en la camiseta de Rayados, el jugador no tuvo de otra que iniciar con el tour de las disculpas porque no le

quedó de otra.

Obvio, Pizarro no perdió tiempo y antes de iniciar el partido buscó de inmediato a Miguel Herrera, quien la verdad no le hizo mucho caso y me lo despachó en 5 segundos, eso sí de una forma muy cortés.

Evidentemente, después el buen "Rodo" le buscó la cara a otros compadres del Ame ya en la cancha, pero ninguno le hizo la fiesta que esperaba y su entonación personal del "mea culpa".

Y bueno, claro que también La Monumental le recordó que en el Estadio Azteca no es bienvenido ni ahora que ya no es parte del archirrival rojiblanco.

Lo peor de todo es que luego de recibir la goleada a manos del cuadro azulcrema, ya cuando abandonaba el estadio para subir al autobús de Rayados, de plano nadie lo peló y tuvo que bajarse la gorra al estilo "Vasco Aguirre" para pasar desapercibido, como aquella vez que lanzó la mentada de madre.

 
 
Cuando los hermanos no se encuentran
 
Aunque hace algunos meses parecía que los hermanos Escamilla seguirían la tradición de los Palacios jugando juntos en el primer equipo de los Pumas, una noche de juerga cambió todo, aparentemente, para siempre.

Mientras Kevin se quedó en CU a picar piedra ante las decenas de extranjeros que llegaron y se fueron antes de que pudiera aspirar a tener minutos, su carnal Jorge fue enviado a Venados en aquel programa de intercambio que Pumas hizo con el equipo del Ascenso MX con la idea de darle minutos a sus canteranos. Siiiin embargo, Jorgito me salió bueno para la fiesta y tras un acto de indisciplina en octubre de 2017 cuando pasadito de copas estrelló su coche con el portón de una escuela, fue dado de baja tanto del equipo de Mérida como de Pumas y a partir de ahí no vio la suya.

Por supuesto, su chistecito lo marcó y ya nadie quiso ficharlo ni para el Clausura pasado ni en el presente Apertura, y cuando digo nadie no me refiero solo a los equipos de la Liga MX, pues ni en el Ascenso, por lo que el mismo torneo que Kevin está viendo al fin la luz en Ciudad Universitaria, Jorge ha tenido que fichar por un equipo de una división muy inferior en Estados Unidos, ni más ni menos que en la "bulliciosa" ciudad de Fresno, al norte de California, donde más le vale no irse de fiesta, porque en la Avenida Blackstone me cae que hay un policía por cada 4 cuadras.

A ver cómo le va...

 
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