La presión de Martín

Félix Fernández
en CANCHA


Tres semanas de repeticiones y ensayos, de presentaciones ante la familia en casa. La fecha de su exposición se acercaba y Martín se despertaba inquieto, hasta que de plano, dos días antes, dijo abiertamente a su mamá que se sentía nervioso. Cuando por fin llegó el momento de la presentación, apenas empezó, se puso a llorar frente a sus compañeros de clase.

Martín tuvo una segunda

oportunidad pocos días más tarde y el resultado fue distinto, no hubo llanto ni pánico escénico, simplemente porque ya sabía lo que iba a enfrentar.

Charles Barkley, aquel extraordinario basquetbolista dijo alguna vez: "¿Presión? ¿La presión es eso que hay en los balones?". Obviamente Barkley fue capaz de mencionar eso una vez que supo controlar la angustia y los nervios, para convertirlos en herramientas a su favor y no en losas en su contra.

Nuestra Selección Nacional vive una etapa de máxima presión, apta sólo para quienes tienen ese carácter de teflón, o para quienes dominan perfectamente las emociones. Lo que genera angustia en un atleta de alto rendimiento que enfrenta una competencia, es que sabe que ocurrirá algo, algo para lo que está bien entrenado, pero no sabe lo que ocurrirá ni cuándo ocurrirá. Esa incertidumbre es la que destapa todas esas manifestaciones que incluso rayan en el temor y que Martín, una vez que conoció el escenario y se percató que se encontraba en tierra firme, logró dominar sin saberlo.

En un extraordinario libro que narra la corta vida de Robert Enke, portero de la Selección alemana, quien se suicidó en plenitud de su carrera (noviembre 2009), escribe el autor Ronald Reng: "Enke había aprendido que el futbol no es un juego, sino una batalla, y que los futbolistas consiguen sus objetivos al ejercer y recibir presión".

Víctor Valdés, arquero del Barcelona, expuesto a los escenarios, partidos y competencias más exigentes, confesó en una entrevista a Michael Robinson: "De los ocho a los 18 años sentía tanta presión en mi vida que no podía encontrar tranquilidad... el simple hecho de pensar en el partido siguiente me horrorizaba". La inseguridad no es exclusiva de los perdedores.

Vucetich y los elegidos para enfrentar estos siguientes dos partidos en que se juega tanto nuestro futbol mexicano, seguramente no duermen tranquilos. Es labor importante del técnico y de cada uno de los protagonistas, encontrar el justo medio entre el desconocimiento de la presión de Barkley y la parálisis de Martín en su primera experiencia en público.

Esos nervios que sentía Martín son, efectivamente, presión. Un adulto que pasa por tantas tensiones cotidianas no contempla que también a los cinco años de edad, en kindergarten y con sólo 30 segundos hablando frente al resto de la clase, existen los nervios, y la presión... y la responsabilidad por entregar buenos resultados, aunque se trate solamente de exponer brevemente lo que uno quisiera ser en la vida.

 
ffernandez@reforma.com