Acereros hizo lo correcto

José Pablo Coello
en CANCHA


Ayer se cumplió el plazo para que los jugadores franquicia firmaran un contrato a largo plazo con sus equipos. Aunque el caso de Le'Veon Bell no es el único, sí es el más llamativo por la calidad del jugador y la importancia que, desde su llegada a la NFL, ha tenido para su equipo.

Y tal como se esperaba, el gerente general de Pittsburgh y el agente de Bell fueron incapaces de llegar a un

acuerdo por lo que el corredor jugará por segunda campaña consecutiva con la etiqueta de jugador franquicia.

Esto significa que Bell volverá a ser el jugador mejor pagado en su posición con un sueldo de poco más de 14.5 millones de dólares durante la campaña de 2018, tras haber cobrado 12.1 millones de billetes verdes en el 2017. Esto quiere decir también que, la próxima campaña muy probablemente será la última de Le'Veon con los Acereros.

Es cierto que Pittsburgh tiene la opción de etiquetarlo por tercera campaña consecutiva, sin embargo, tendría que pagarle un sueldo por encima de los 20 millones de dólares, lo cual convierte esta en un alternativa inviable.

Así las cosas, todo parece indicar que Bell será agente libre al término de la próxima temporada, y muy probablemente firmará, más que merecidamente, un contrato a largo plazo con decenas de millones de dólares garantizados. Sin embargo, a juzgar por la falta de flexibilidad financiera de los Acereros, su futuro estará lejos de Heinz Field.

En un mundo perfecto, Bell jugaría el resto de su carrera en Pittsburgh. Él ha manifestado en más de una ocasión su intención de retirarse vestido de negro y oro, mientras que en la organización reconocen su peso específico, más allá de sus problemas de indisciplina.

La ofensiva que comanda Ben Roethlisberger es mucho más versátil y peligrosa con el número 26 dentro del campo, y el equipo nunca ha perdido cuando Bell acarrea el balón al menos 25 ocasiones.

A pesar de lo anterior, garantizarle arriba de 14 millones de dólares por varios años a un corredor es una apuesta de alto riesgo en la NFL. De entrada, Bell ha tenido que lidiar con lesiones y suspensiones, mientras que su carga de trabajo ha sido notable.

Por otra parte, y más allá de sus innegables virtudes, su sueldo es casi del doble que el de Devonta Freeman, el segundo corredor mejor pagado de la liga. Finalmente, la organización tiene la obligación de tomar decisiones con visión de largo plazo sin hipotecar el futuro y recordar que, además de Bell, hay muchos otros jugadores importantes a los que habrá que intentar retener en los próximos años.

Para los aficionados a los Acereros sin duda será un golpe duro perder a Le'Veon Bell y estoy seguro que muchos de ellos culparán a la directiva. Sin embargo, el tiempo pondrá a cada quién en su lugar y me parece que, al final de la historia, no haber cedido a las pretensiones de su corredor estelar habrá sido un acierto fundamental para mantener la competitividad.

 
Twitter: @JosePabloCoello