La Selección de Croacia y la de Francia dirimirán mañana cuál de las dos se queda con el título de campeón de la Copa del Mundo de Rusia 2018.
Llegaron a la instancia final los dos equipos que supieron cumplir con los requisitos indispensables para hacerlo... aunque no los que mejor han jugado.
Si de futbol de altos vuelos se trata, algunos lapsos de los brasileños y de los belgas,
por ejemplo, alcanzaron mayores alturas que el juego desplegado durante sus seis partidos por los croatas; pero estos supieron sobreponerse en los momentos cruciales, decisivos, y dejar en el camino incluso a rivales que los habían superado en el juego.
Si de antemano se sabía que el conjunto francés es uno de los tres o cuatro mejores en el mundo, al croata ni siquiera la más benévola de las clasificaciones podría ubicarlo entre los diez primeros, algo que engrandece lo hasta ahora conseguido por el equipo de Modric, Rakitic, Perisic y compañía.
Por enésima ocasión se confirma que con el formato mundialista, sobre todo a partir de los encuentros de eliminación directa, no siempre llegan hasta el final quienes mejor juegan en el camino, pero sí los que saben superar los escollos que se les van presentando, o aquellos a los que el destino y los imponderables del juego fueron favoreciéndolos para eludir cada obstáculo.
Aunque los franceses luzcan como amplios favoritos (¿75-25?), los ejemplares croatas estarán más que dispuestos a capitalizar cualquier concesión otorgada por su poderoso adversario, como lo hicieron ante los ingleses.
Antes, se juega el partido por el tercer lugar entre las escuadras de Bélgica y de Inglaterra, que en la primera fase se enfrentaron sin utilizar a sus mejores elementos, y que hoy seguramente volverán a hacer lo mismo.
Si este duelo por el tercer puesto se ve como todo un "volado", en teoría la moneda de mañana parece claramente inclinada hacia el lado francés.
Queda por verse si también en la práctica.
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