Algunos medios que lo habían solicitado (la mayoría televisivos) pudieron sostener una entrevista mano a mano con Víctor Manuel Vucetich el jueves.
Como eran tantos, el límite para cada una de ellos fue de 8 o 9 minutos, cronómetro en mano. Víctor fue más solicitado que el padrino en un bautizo.
Cada medio de comunicación veía a la distancia cómo se alternaban los entrevistadores
con el mismo personaje. Esperando turno, apurando el tiempo y afinando las preguntas que no podían tocar el tema de la lista de convocados que se daría a conocer horas más tarde.
Dado el tamaño del ego que solemos tener los comentaristas, todos habremos salido convencidos que la nuestra había sido la mejor. Es decir que hubo aproximadamente 10 mejores entrevistas ese día.
No habrá mucha diferencia entre unas preguntas y las otras. Y las respuestas fueron las mismas: todos teníamos idénticas curiosidades qué preguntar.
El campamento mediático, que parecía repartido en cuatro especies de fogata en las que sucesivamente se sentaba el técnico, asemejaba lo que ocurre con las entrevistas a los protagonistas de un nuevo lanzamiento de Hollywood: en el mismo sillón, las mismas palabras con diferentes personajes que también hacen las mismas preguntas.
De la palabra a la acción. A Vucetich los jugadores convocados le están llevando varios regalos para impresionarlo: Ángel Reyna, una jugada espectacular pegado a la línea de meta dándose un autopase; Miguel Layún un golazo portentoso; Luis Montes, uno de chilena, y Rafa Márquez, una muy buena actuación frente a las Chivas; Isaac Brizuela, otro gol de alta factura, y así en general, actuaciones personales que ayudaron a los equipos de los jugadores elegidos para empezar a trabajar hoy, en el Centro de Alto Rendimiento de la FMF.
No todo mundo consiguió el mismo valor de jugadas durante el fin de semana, pero Vucetich no se dejará impresionar como lo hacía el pueblo de Macondo cuando el gitano Melquiades lo visitaba cada mes de marzo con nuevos inventos, de los que el más recordado era el hielo.
Víctor y todos los demás sabemos que el truco no está en la cajita que lleva las jugadas del fin de semana, sino que ese muestrario se repita con la camiseta verde puesta y enfrentando los partidos que vienen.
Hoy se escuchan pocas críticas a la lista de Vucetich.
Todos los nombres parecen obedecer a una lógica de ensamblaje, conocimiento entre unos y otros, o bien a su experiencia individual. El ayer se repite.
Todo está perfecto hasta que venga el primer relámpago. El trueno que nos haga saltar en la tribuna o en el terreno de juego.
La breve cuenta regresiva empieza hoy. Que haya suerte. Nunca sobra desearla.
fjgonzalez@mural.com