Entre sueños y porristas

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Por enésima ocasión los brillantes tricolores terminaron desteñidos.

Sólo quedaron en eso las ilusiones de cientos de miles de aficionados, débilmente sustentadas en la cancha, pero convenencieramente alimentadas desde algunos medios y por diversos periodistas y analistas... o aspirantes a tales.

Se imaginaron los jugadores cosas muy padres y soñaron con todo lo que quisieron soñar,

pero al no sustentarlos con el debido futbol esos ambiciosos y legítimos sueños quedaron muy lejos de convertirse en realidad.

Nunca una Selección Mexicana le había apuntado tan alto en una Copa del Mundo, pero varias veces, otras llegaron más arriba. Si no en la cantidad de partidos jugados, sí en el nivel del futbol exhibido.

Como rasgo recurrente, una y otra vez algunos protagonistas del juego se refirieron muy molestos, directa o veladamente, a ese sector del periodismo futbolero "que critica en lugar de apoyar".

Otra vez la confusión de roles, la insistencia en considerar como parte del mismo barco tricolor a jugadores, cuerpo técnico, dirigentes, aficionados y periodistas.

Entre quienes están en ese cuarto grupo puede subirse quien quiera, y de los tres primeros todos van con sus merecimientos a bordo. Pero del quinto no debería haber uno solo que abordara dicho barco.

Si a los jugadores suele costarles mucho trabajo entender cuál es y debe ser el rol del periodista o del analista, quienes lo ejercen deberían tenerlo más claro y ejercerlo en consecuencia. Incluso si su equivocada intención es la de "apoyar".

¿Le hacen daño a la Selección Mexicana quienes cuentan lo que ven y describen lo contado u opinan sobre lo que ésta hace o deja de hacer, a veces con el debido sustento y a veces no tanto?

¿O la dañan inflándola para ilusionar a los aficionados e impulsar el negocio los paleros porristas de siempre y los eventuales de cada cuatro años?

¿Y si en lugar de echar porras y pretender "quedar bien" nos preocupamos por prepararnos mejor para desempeñar adecuadamente nuestro propio rol?

Sería un buen inicio.

 
Twitter: @rgomezjunco