No es nuevo: Brasil fue la Selección que fingió más faltas en el Mundial del 2014 y, sí: Neymar su principal actor, de acuerdo a un estudio realizado por The Wall Street Journal tras la conclusión de aquel torneo.
Fingir o exagerar faltas no molesta, lo que irrita es la complacencia arbitral y, mucho más, cuando el jugador se encuentra fuera del terreno de juego. Eso hizo Neymar y algunos
otros de sus compañeros... mientras el resultado les favoreció.
No tengo la menor duda, en Rusia, la instrucción a los árbitros fue de no mostrar tarjetas amarillas a quienes finjan faltas, contrario a lo que nos han acostumbrado en las Ligas que observamos. Esta medida ha provocado que Brasil, vía Neymar, se haya convertido en la Selección más repudiada del Mundial, y no solamente por los mexicanos.
Lo que inició como una broma se convirtió en una verdadera razón, insisto, secundada por el arbitraje, que posteriormente Bélgica utilizó a su favor cuando necesitó gastar tiempo y el resultado le favoreció. Probablemente, tras la ola de críticas hacia las complacencias arbitrales, esta vez los berrinches y caídas del ex Barcelona en el área belga no tuvieron eco y a mi juicio hubo mayores elementos para sancionar en su favor que en partidos anteriores.
Todos nos enteramos: Neymar pasó 14 minutos de los primeros 4 partidos de Brasil en el suelo, una exageración por donde se le vea, incluso con el dato de haber sido el jugador que más faltas recibió hasta antes de Cuartos de Final: 23.
De aquel chico carismático surgido de Santos que maravilló al mundo antes de ser vendido a Barcelona no queda casi nada sin el balón: Neymar es una mala referencia para quienes también desarrollan la profesión de futbolistas. Neymar es la imagen del egoísmo y del interés económico sobre todas las cosas. La excesiva vida social y la insuficiente vida profesional han sido sus características últimamente.
"Nunca en la historia del futbol un jugador gozó de más prerrogativas y cobró más dinero (47 millones de euros netos) a cambio de menos pruebas de lealtad", publicó El País en mayo del presente año, tras la eliminación a manos del Real Madrid 5-2 en los Octavos de Final de la Champions League.
Neymar junior, junto a todas las otras figuras destinadas a ser Balón de Oro del Mundial, fracasó en el intento. Todos cayeron mucho antes de lo esperado, sólo que el astro brasileño logró una combinación difícil: ser intrascendente en su futbol, generar rechazo hacia la Selección brasileña por sus actitudes y provocar especulación e inestabilidad en el club para el que presta sus servicios y en los que supuestamente le pretenden.
No se trata de patear al caído ni de descargar animadversión hacia quien fue parte de la eliminación de México. No, simplemente resalto las decisiones que ha tomado una súper estrella que ha desperdiciado el 2018, desde aquel 25 de febrero en que resultó fracturado del pie derecho, hasta el partido de Cuartos de Final.
No es nada nuevo: con el marcador favorable a Bélgica, Neymar fingió faltas a sabiendas que no recibiría tarjeta, pero de inmediato se puso de pie. Tan es así, que únicamente permaneció en el suelo 35 segundos durante todo el partido.
Twitter: @Felixatlante12
