Una vez más: eliminados

José Ramón Fernández
en CANCHA


Una vez más, México es eliminado antes de llegar al quinto partido. Enfrentó a Brasil, que jugando a medio gas fue muy superior al equipo tricolor.

Neymar, una de las figuras de este equipo, ya está recuperado de su lesión y realiza un juego lento, pero va a crecer mucho más en el Mundial. Brasil es favorito para ganar la Copa del Mundo, va a estar dentro de los cuatro mejores de este

certamen en tierras rusas.

Y México, sencillamente, no pudo trascender, aunque a los jugadores les llenaran la cabeza diciendo tonterías, como acostumbran algunos medios, haciéndoles creer que son los dioses de la existencia futbolística del País, cuando en generaciones y generaciones no ha pasado absolutamente nada. Simplemente perdieron, no tuvieron empaque ante un gran equipo. Juan Carlos Osorio planteó un partido de bastante mala calidad, que por cierto fue el último de Rafael Márquez en una Copa del Mundo.

México quedó eliminado porque Brasil es mucho mejor hombre por hombre y línea por línea, y tiene a un crack, que es Neymar, a quien quisieron maltratar los jugadores mexicanos. Miguel Layún le da un pisotón fuera de la cancha muy fuerte, exagerado, que merecía la tarjeta roja. No lo expulsa el árbitro, pero Osorio le echa la culpa de todo al árbitro.

No hay ni para adelante ni para atrás, México se queda una vez más en la orilla, eliminado, no llega al quinto partido, y toca volver a empezar. ¿Cuándo, cómo y con quién? Ya se verá, o ya lo verán los dueños de la Selección, que acumulan un fracaso más en los 50 años que llevan dirigiendo el mercado del conjunto nacional. Uno más.

¿Hasta cuándo habrá una estructura real del futbol mexicano que termine por crear una Selección poderosa? Pero es así, mientras la Selección la sigan manejando a su antojo, pensando en sus beneficios económicos solamente, no va a pasar absolutamente nada. Ni con Osorio, ni con ningún técnico va a pasar nada.

Muchos jugadores se retiran, ya no jugarán la siguiente Copa del Mundo, y los jóvenes que quedan son pocos, y hay que sacar a una nueva camada de elementos de peso, y eso va a tardar mucho tiempo en volver a surgir.

Si muchos de estos jugadores participaron en su tercer Mundial y no pasó absolutamente nada con ellos, imagínese con los nuevos, los que vienen preparándose para representar a México en próximas Copas del Mundo, pues tendrán que ser mejores, tener más calidad y pesar más.

El futbol mexicano no va a cambiar, la estructura está hecha para ganar dinero, las Copas del Mundo están hechas para ganar dinero, y los partidos de futbol son también para ganar dinero. Punto.

¿Qué importa si fracasa o no fracasa el futbol mexicano? Ellos han hecho una estructura para ellos, los dueños de clubes, y no les interesa en absoluto la Selección Nacional.

 
Twitter: @joserra_espn