Perfeccionarse para seguir

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


Se acerca la hora del enésimo cuarto partido.

Por séptima ocasión consecutiva en Copas del Mundo, el próximo lunes la Selección Mexicana estará en la antesala de ese ansiado quinto partido al que no ha logrado meterse.

A diferencia de lo sucedido en las anteriores ocasiones, en ésta la escuadra mexicana llega a ese crucial cuarto encuentro después de haber dibujado en su desempeño,

en sus tres juegos de la fase de grupo, una tendencia francamente descendente.

De la victoria más resonante en su larga historia en una Copa del Mundo, a la peor derrota desde aquella lejana goleada sufrida en Argentina 78.

Con diez días de diferencia, dos extremos opuestos de un mismo equipo de futbol, con una aceptable actuación en medio, ante los a la postre salvadores coreanos.

Del inteligente planteamiento del director técnico y la impecable ejecución de los futbolistas en su presentación en Rusia 2018, a no saber, en su tercer partido, ni qué plantear ni cómo ejecutarlo.

Del triunfalismo después de aquel memorable 1-0, al desconcierto tras el vergonzoso 0-3.

Contra ese desconcierto y cualquier comprensible desánimo, deberán jugadores y técnico luchar para evitar que con ellos se reduzcan aún más sus minoritarias probabilidades de librar el escollo brasileño.

Porque enfrentar a la Selección de Brasil es, simple y sencillamente, encarar al principal candidato al título en este certamen mundialista.

Si hace un mes esa condición de favorita la compartía con otras tres Selecciones, con una de ellas eliminada y las otras dos lejos de su mejor juego, la brasileña se ha consolidado como la más firme de las aspirantes a la corona.

Para oponerle cabal resistencia, el equipo mexicano estará obligado a un desempeño que raye en la perfección.

Alcanzar su nivel óptimo y esperar que los brasileños no se acerquen al propio. Perfeccionarse para seguir avanzando, o quedarse otra vez en el cuarto.

Que, por lo menos, por ellos no quede.

 
 
Twitter: @rgomezjunco