Claro que se puede

Francisco Javier González
en CANCHA


El golazo de Tony Kroos para darle la vuelta al partido que perdía Alemania contra Suecia no debería cambiar el destino de la Selección en el Mundial.

A diferencia de lo que sucede en la vida, en el futbol la confianza no se pierde una sola vez: en la cancha va y viene según dicten los acontecimientos.

Y los últimos, hablando del Tri, son venturosos.

Pese a que hace menos de

un mes Juan Carlos Osorio era material de destierro y el equipo no funcionaba ni en los mas humildes partidos amistosos, hoy el papel de héroe lo juega el técnico colombiano y el equipo parece incontenible.

Ganó bien sus dos partidos para acumular seis puntos y, aparentemente, asegurar su pase a Octavos. Pero llegó el triunfo alemán de último minuto y convirtió el partido contra Suecia en algo otra vez fundamental.

El primer pensamiento pregunta: "porqué se presenta un nuevo reto cuando jamás en la historia ha quedado fuera un equipo con seis puntos en la bolsa y podría ser el caso".

El segundo tiene otro sentido: "no importa. México puede".

Los suecos tienen una gran carta de presentación: es difícil marcarles gol y dejaron fuera de la Copa del Mundo a Holanda en la fase de grupos y a Italia en la repesca.

Son tozudos como vikingos, su cintura es tiesa y juegan un futbol muy físico. No tienen jugadores como Ibra ni como Dahlin o Brolin pero serán rival complicado.

México, sin embargo, no tiene que fijarse demasiado en el adversario; solo lo suficiente.

Pasado mañana, en Ekaterimburgo, es el Tri el que parte como favorito y, sabiendo que se va a jugar un futuro que parecía asegurado para sobrevivir, pasa por un gran momento en todos sentidos.

Físicamente, se ve entero.

Jugar como lo hizo en el calor de Rostov contra Corea y terminar entero es un elogio al plan de preparación que impuso Osorio y la mayoría cumplieron.

Ver a Vela bajando a defender, a Herrera ejerciendo esa conjunción de esfuerzo y talento, a Ochoa más firme que nunca y al "Chícharo" tomar el puesto de líder en la cancha - entre otras cualidades grupales- , nos hacen confiar en que ahora no se va a caer la sopa, que no habrá tragedias y que en una de esas, México termina por primera vez con marcha perfecta la primera fase de un Mundial. Después de lo visto, sería lo lógico.

Dar el paso al frente no es únicamente jugar el quinto partido. Es jugar de otra manera, es salvar con solidaridad y calidad los momentos difíciles de los partidos y acertar cuando hay que hacerlo para asegurar la victoria. Es tener personalidad y jerarquía.

Esta Selección ha tenido eso en sus primeras dos presentaciones. Se puede confiar en que seguirá esa línea y en que pasar a la siguiente fase será gozoso.