Mejor ni le mueven
Todavía no inicia el calendario futbolístico 2018-19 y los Tiburones Rojos de Veracruz han padecido de todo.
Apenas en la segunda semana de pretemporada rumbo al Apertura 2018, a los escualos de plano se les negó prepararse en Playa del Carmen.
Todo arrancó mal desde el viernes pasado, cuando se informó que los jugadores decidieron no viajar el
domingo debido a que la directiva veracruzana les adeudaba dos meses de salario, además del premio por la permanencia.
Lo peor de todo es que esto fue informado por la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales, sin dar oportunidad al club de intentar llegar a un nuevo acuerdo.
Luego, cuando por fin se saldaron las deudas y el plantel estaba más que listo para irse a Playa del Carmen, ya montado en el avión, éste sufrió un desperfecto y tuvo que aterrizar de emergencia en el Aeropuerto de Veracruz.
Por ello, el club decidió mejor no moverle y continuar con su pretemporada en casa, aunque con trabajos a doble y triple sesión.
Me cuentan que los jugadores sí se llevaron tremendo susto cuando les informaron que no podrían continuar con el vuelo.
Qué bueno que ya no habrá descenso porque, con esta racha, capaz que pierden la categoría.
Lo dejan casi solo
El miércoles pasado hubo mucha fiesta y celebración aquí en México por la confirmación de que nuestro País será una de las sedes del Mundial 2026, pero me cuentan que allá en Moscú hubo más de uno que no dio crédito a la poca compañía que tuvo Decio de María en el Congreso de la FIFA.
Mientras le sobraron abrazos a Victor Montagliani, presidente de la Federación Canadiense y a Sunil Gulati, su homólogo de la US Soccer, al saliente al saliente presidente de la FMF le faltó apoyo en la tribuna.
Cuentan que además de su gente de la Fede, hubo sólo tres presidentes de clubes que estuvieron presentes en el acto de la FIFA: Emilio Azcárraga, dueño del América; Alejandro Irarragorri, dueño del campeón Santos Laguna, y Rodrigo Ares, presidente de los Pumas... Nadie más.
Aunque Decio no quiso comentar sobre este asunto, estoy seguro de que algo debió dolerle al ver que la culminación de un trabajo de varios años apenas motivó a tres presidentes de clubes de la Liga MX a estar presentes en Moscú.
Parece quedar claro que quienes no se molestaron en estar ahí en un momento tan importante para el futbol mexicano, no merecerán mucho aplauso la próxima vez que se paren el cuello y digan que trabajan todos los días en busca de la proyección del mismo.
Eso sí, a ver a cuántos vemos el domingo en el partido contra Alemania bien celebradores.
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