La nueva fiesta

Francisco Javier González
en CANCHA


Y de repente nos inundó el futbol.

Las noticias se fueron sucediendo una a una y desde temprano. La intensidad del impacto la determinó cada zona geográfica.

Así, casi antes de despertar en México, la noticia estaba lista: por tercera ocasión en la historia, nuestro País organizará una Copa del mundo.

Hablar a toro pasado es cosa de comentaristas y por eso las cosas se van

mas fáciles cuando sabemos el resultado: Marruecos no fue un gran adversario. El marcador de ese partido disputado en las mesas de votación terminó en una goliza.

Claro que la propuesta americana ofrece mayores utilidades, mejores estadios, espléndida infraestructura y más oficio. Pero no se sabe hasta que en la pantalla aparecen los votos a favor y en contra, si hay otros criterios que puedan tener mayor peso.

Que Decio de María haya anunciado que México podría tener más de los diez partidos planeados originalmente es otra buena noticia.

La Federación trabajó mucho, lo hizo bien y en conjunto con las de Estados Unidos y Canadá.

El Azteca, nuestra referencia futbolera de mayor admiración, será el primero que albergará tres Copas del Mundo. Al mismo tiempo, en la concentración española se daba a conocer la noticia más inesperada en vísperas de un Mundial: correr al técnico de un favorito,o a 48 horas de la inauguración.

Queda claro que el efecto Zidane generó un huracán. La sorpresiva renuncia tras ganar la tercera "Orejona" de su gestión generó presiones tales que ni el Real Madrid, ni Lopetegui ni la Federación española pudieron resistir.

Todo se hizo mal. Nadie pensó en el equipo español. Cada uno vio por su santo y faltó templanza para resolver de otra manera las cosas.

El histórico Fernando Hierro se convierte en el primer técnico interino que se hace cargo de un Mundial. Si hubiera pasado en México seríamos los reyes de los memes y el ridículo. Tal y como le está sucediendo a España en esta hoguera de las vanidades en la que no se supo medir el costo-beneficio de un presidente de Federación que pasará a la historia por su falta de tacto, oficio y elegancia.

Pero en Rusia y en Arabia Saudita lo que importa, con todo y la alegría mexicana o el desazón ibérico, es que hoy empieza la Copa del Mundo y los dos peores clasificados desde que existe la clasificación de FIFA, tendrán el honor de jugar el partido inaugural. Cada quien tiene su corazoncito y sus niveles de interés en cada cosa. Las ópticas son diferentes porque cada quien tiene sus dolores y sus colores. Nadie mira por ojos ajenos.

Empieza el Mundial que entretendrá un poco a la Humanidad. Volverá a ser el asunto de moda durante un largo y bendito mes. Cada quien en lo suyo, pero todos juntos. Qué bien suena.