No es novedad decir que lo que está ocurriendo en algunas carreras de ruta modificará de manera permanente la cultura de la comunidad corredora, al menos por lo que se refiere a la anticipación con que un corredor debe inscribirse en una carrera.
No es extraño que algunos maratones internacionales llenen sus cupos de inscripción de decenas de miles de corredores varios meses antes de sus
fechas, y en algunos casos en una cuantas horas a partir de que abren sus inscripciones.
El Maratón de la Marina, de Washington, que se corre en octubre de cada año, tardó 2 horas y 27 minutos en completar sus 30 mil inscripciones en marzo pasado.
Toda proporción guardada, el Maratón de Monterrey cerró sus inscripciones hace una semana, tres meses antes de su fecha, lo que tuvo un efecto favorable para los corredores que se inscribieron por anticipado.
Es cierto que para asegurar un lugar en una carrera es necesario inscribirse por anticipado, lo que para algunos corredores puede ser incómodo.
Pero lo que también es cierto es que un buen número de carreras otorgan cuotas de inscripción menores a los corredores que se inscriben con mayor anticipación, donde el maratón regiomontano es un buen ejemplo.
Las cuotas de inscripción del maratón de Monterrey aumentan a medida que se acerca la fecha del evento.
En el 2012 una tercera parte de los corredores pagó 300 pesos porque se inscribieron en agosto, otra tercera parte pagó 400 pesos porque se inscribió entre septiembre y octubre, y otra tercera parte pagó 500 pesos porque se inscribió en noviembre. El promedio fue 400 pesos.
En éste 2013, una tercera parte de los corredores pagó 300 pesos porque se inscribió en abril o antes, otra tercera parte pagó 350 pesos porque se inscribió entre mayo y junio, y la otra tercera parte pagó 400 pesos porque se inscribió entre agosto y septiembre. El promedio del 2013 fue de 350 pesos; nadie pagó 500.
La verdad es que muy pocos maratones internacionales ofrecen cuotas menores al inicio de sus inscripciones.
Pero el sistema no es malo, sobre todo si se piensa que se premia con cuotas más bajas a los corredores que apoyan a los organizadores inscribiéndose con mayor anticipación. Se trata de un acuerdo de ganar-ganar.
Recuerda que correr es salud y algo más... mejor calidad de vida.
rubenromero@elnorte.com