Nahuel Guzmán y el 'Loco' Sarda

Félix Fernández
en CANCHA


"El 'Loco' Sarda había resuelto ser arquero porque tenía una perspectiva única de lo que él más adoraba: los goles.

"Estar en el arco daba la posibilidad de contemplar con claridad y con lujo de detalles esas bellezas que en ocasiones nos regala el futbol... si la jugada había tenido más de 25 o 30 toques, el 'Loco' inmediatamente empezaba a aplaudir. Y si para él valía la pena, hacía todo

lo posible para poder sumar una reliquia más a su colección...".

Lo anterior es un párrafo de "El coleccionista", el autor es Nahuel Guzmán ("Pelota de papel. Cuentos escritos por futbolistas". Editorial Planeta), quien desde la trinchera donde ha vivido absolutamente de todo en su carrera, le da vida a un arquero que, ante su debilidad por presenciar bellos goles, decide ponerse los guantes para no perder detalle de los que le anotan.

Nahuel Guzmán no es un coleccionista de goles... o sí, pero también de títulos, atajadas y momentos polémicos que le impiden pasar inadvertido. Es, desde 2014, año en que llegó de Newell's para instalarse en Tigres, el arquero más comentado de la Liga MX.

Sería demasiado simple y poco fundamentado decir que Tigres fue eliminado por Santos por culpa de Nahuel. Estoy seguro que nadie dentro de la organización de Tigres así lo piensa. Pero para su desgracia, el gol que le impidió seguir vivo a Tigres en la cancha de Torreón, fue un disparo tan dramático como rutinario de Djaniny Tavares, que Guzmán fue incapaz de detener.

Al momento de la autocrítica, Nahuel deja muy en claro que es un tipo centrado y que su oficio es sólo parte del espectáculo: "Hay que saber hacerse responsables de los errores, de las decisiones que tomamos dentro de la cancha. No es la muerte de nadie y no es una enfermedad. Es un error en un partido y ninguno se quiere equivocar".

Más tarde despertó los rumores al subir en Instagram una foto suya en el estadio Universitario, que decía: "Gracias por cada momento". Ese es Nahuel, el de las incertidumbres y las confusiones; el del sarcasmo y la sinceridad... el que absorbe la presión y provoca rivales. Pero también el que falla en momentos importantes y después, como si nada, se repone.

Y sí: la jugada del segundo y definitivo gol de Santos no parecía tejerse ni con estética, ni precisión ni ritmo, después de un muy mal despeje de Kolo a los pies de Osvaldo Martínez, quien de primera sirvió para Tavares. El de Cabo Verde recibió el balón, se acomodó y disparó. Nada para emocionarse y nada como para atesorar, ni de jugadas ni de anotaciones. Habrá otros goles como el del 'Loco' Sarda para enmarcar:
 
"La jugada realmente había sido maravillosa y la habían diseñado los mejores... Si hasta el 'Loco', por una fugacidad quedó plasmado, porque para él, ser espectador y también protagonista de semejante belleza, era el mayor de los anhelos, una reliquia para su colección. Su inconsciente ya casi festejaba, pero reaccionó... por más hermoso que fuera, ese gol no podría estar en su vitrina... pero el balón, testarudo a veces, hacía largo rato que ya tenía destino".

 
 
Twitter: @FELIXATLANTE12