La Champions nos deja claras varias cosas: cualquiera puede golear al de enfrente, pero éste puede reaccionar en la vuelta para inyectar gran dramatismo al desenlace: nada se define en la víspera.
Es cierto que los goles de la Roma fueron muy tardíos y solo sirvieron para hacer más espectacular el marcador global, pero también lo es que mantuvo el espíritu pese a tener rotos los lejanos
sueños mucho tiempo antes del final.
Pep Guardiola declaró hace poco que su Manchester City podría jugar el futbol más perfecto del mundo. Y hay quienes dicen, pese a los errores que ayudaron a eliminarlo, que el Bayern Múnich tienen la salida más pulcra de Europa.
El Liverpool levanta la mano mientras alista maletas para ir a Kiev y recuerda la propuesta de Jürgen Klopp, fresca y agresiva. Y también, por supuesto, se erige como el rival más duro que podría encontrar el Real Madrid.
Si ambos jugaran como lo han hecho hasta ahora, los Reds son favoritos. Y el público, pase lo que pase, el ganador.
Previendo un duelo de muchos goles -pedir no empobrece- ofrece un atractivo sin igual: ver a Cristiano Ronaldo y a Mohamed Salah como jefes de un ejército mejor respaldado por sus huestes que con el que competirán en el Mundial.
Real Madrid es más que Portugal -pese a ser campeón de Europa- y Liverpool que Egipto. Individual y colectivamente. El valor de ambos futbolistas se verá en Kiev con el mayor potencial posible, con compañeros que los hacen valer más por el complemento que les brindan.
No llegó Messi a la Final. Pero si lo hicieron estos dos monstruos de la actualidad.
Llegar a una Fase Final implica hacerlo para competir, para poner en jaque al rival y pelearle hasta el final.
Al iniciar la liguilla, Pumas no lo logró frente a un America pletórico de recursos y que encontró el gol en el momento más indicado.
La serie debería estar definida a menos que las Águilas jueguen dormidas. La humillación en CU debería ser suficiente... a menos que ese espíritu de los derrotados, como en la Champions, arregle de alguna manera lo que parece descompuesto.
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