Hora de comprobar

Francisco Javier González
en CANCHA


Trajo sus consecuencias la última jornada del torneo, para terminar con algunas tendencias y ratificar otras.

Para el neutral --si eso existe cabalmente en el mundo del futbol-- el acomodo trajo una buena noticia: los duelos fratricidas entre los favoritos terminaron desacomodándose.

Para ser claros, presenciar un Tigres-Monterrey o un América-Tigres hubiera sido

prematuro de acuerdo a la condición de favoritos que estos tres equipos tienen de arranque. Son duelos que en el ánimo popular vienen mejor en Semifinales o en la Gran Final. Estuvieron a punto de darse con el empate frente a Santos que rompió el América muy cerca del final.

El duelo Águilas-Pumas no es cosa menor y ese sí se va a presentar. Pero a los universitarios no se les puede considerar como favoritos. Aunque en una Liguilla y ante un duelo emocional como este puede ocurrir cualquier cosa, llegaron por los pelos a la serie final con un buen cierre y logrando mucho: ver al último lugar de la tabla del torneo pasado entre los 8 mejores, sin haber realizado ninguna gran inversión implica que el proyecto está caminando.

Toluca, líder fuera de toda duda, parte con el balón rodando a favor, sólo porque descansó a varias figuras y porque Xolos apretó, vio truncada una racha fabulosa. La ventaja de 12 puntos sobre su rival en Cuartos de Final le tiene que despertar el optimismo pese a la conocida "maldición del superlíder".

La distancia de un punto entre el segundo y el cuarto lugar dicta lo competitivo que ha sido el certamen entre ellos: América, Monterrey, Santos y Tigres compiten en una final de fotografía que acomodó los emparejamientos por circunstancias y mínimos detalles.

De repente, el América se distancia del gol, pero tiene un plantel sólido, pese a que los rivales con velocidad le hacen sufrir demasiado en la retaguardia. Pero inspira respeto además ese subliderato que le haría cerrar los Cuartos y las Semifinales en casa.

Santos Laguna será duro contendiente aunque llega tocado a la Liguilla: perdió 4 de sus últimos 5 partidos. Eso le costó alejarse demasiado de la punta y también de su mejor momento de la campaña, que fue de la Jornada 11 hacia atrás.

Siboldi ha hecho un enorme trabajo con el plantel, pero para ganar un título hace falta retomar el nivel que ya había alcanzado.

Xolos y Morelia, como Pumas, no tienen obligaciones adicionales: si hay caballo negro, saldrá de sus nombres o de Pumas. Todo lo que consigan será ganancia.

Todos merecen ser considerados porque el sistema de competencia iguala lo que no es igual y de ahí nace su atractivo. Todos entran a una ruleta que a veces da demasiadas vueltas.

 
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