¿Mala pata?
Era de esperarse que la apuesta por revivir la cantera de Pumas iba a dejar víctimas "inocentes" en el camino, pues así como algunos se han ganado un lugar en la Primera División, como Alan Mozo y Luis Quintana, hay otros a quienes les salió el tiro por la culata y la presión por tener que ser uno de los referentes en el campo les ha pasado factura.
Me refiero
en particular al chamaquillo Pablo Jáquez, quien a pesar de toooda la suerte que tuvo de su lado, ya ni siquiera es convocado.
Jáquez era uno de los prospectos más importantes para foguear en la central auriazul, pero no pudo ganarle la partida a Rodrigo González, ex del América, quien le arrebató las chances que David Patiño daba a los jóvenes.
Pero González se lastimó de la rodilla y fue ahí donde le llegó la oportunidad a Jáquez, y sólo tuvo que pelear con Quintana y Arribas por el puesto.
Siiin embargo, cuando el español fue suspendido, Jáquez hizo el papelón y terminó por ya no entrar en las convocatorias, como sucedió ante Cruz Azul, cuando pudo haber participado por la lesión de Arribas, y ante Necaxa, en que pudo haber entrado tras la expulsión de Quintana.
¿Mala suerte o falta de tamaños?
Oootra piedra en el zapato
Como si la UNAM no tuviera suficientes problemas, aquí les paso el chisme de uno más.
Resulta que en el estacionamiento del MUCA, el robo de autopartes se ha convertido en el pan nuestro de cada día.
Y me meto en este espinoso tema porque los amantes de lo ajeno ya se dieron cuenta de que, en los días de partido, decenas de asistentes estacionan ahí sus autos y los dejan por más de dos horas sin protección alguna, tiempo suficiente para que les den baje con tapones y espejos.
En los días de partido, apenas a unos metros del MUCA, el Estacionamiento 8 está infestado de elementos de Seguridad Pública, granaderos y hasta Policía montada, y, aún así, los maleantes operan con impunidad, aprovechándose también de la gente que va a pasear a sus mascotas, a correr o andar en bici, o a visitar la bella CU.
Por supuesto que Auxilio UNAM se da sus vueltas, pero en general son sólo para buscar la sombrita y echarse unos tacos de canasta. En lo demás, prefieren hacerse de la vista gorda.
Algunas personas que pagan boleto para estacionar sus autos en el MÚCARA de plano están que trinan porque no se les garantiza la seguridad de sus vehículos y, cuando salen, ya no hay nadie que les responda por los daños.
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