Los partidos de Liguilla tienen una característica que los suele hacer memorables: los equipos salen a ganar, buscan goles, los finales son generalmente emocionantes y requieren de esa personalidad que no todos los participantes tienen.
El América-Toluca del sábado reunió muchas características que le ponen en lugar aparte.
Es cierto que en los primeros minutos, el gol del anfitrión
y el descontrol del visitante parecían hacer muy complicada la suerte de los Diablos. Pero también que a la reacción posterior se sumaron las consecuencias de un partido nervioso: América empezó a sumar tarjetas amarillas y luego una roja pasada la media hora del encuentro que cambiaron de camiseta la dificultad del trámite.
La velocidad y frecuencia de llegada de un lado y del otro, la pasión desbordada en las bancas entre Herrera y Cristante, la lesión de Ménez y la gran calidad de Sambueza, quien hizo recordar sus buenas y recientes épocas como americanista, redondearon una noche en la que según nos cuenta Ricardo Salazar, Toluca vuelve a frenar al último invicto en jornadas avanzadas -más de la mitad del torneo- por décima vez en la historia. Y América es cliente con tres de esas ocasiones.
Los Diablos Rojos sacaron adelante un partido que estaba para que se lo llevara cualquiera de los dos, y se ubica en el segundo lugar de la tabla, apuntando a Santos Laguna.
Más el líder que el perseguidor, son ubicaciones agradablemente sorpresivas las que ostentan, con una jauría detrás de ellos que hará tensa e interesante la recta final del torneo.
Dramático fue también el duelo entre Cruz Azul y Pumas, con resolución en el último aliento con el gol de Roco que acalló a unos valientes Pumas que siguen cercanos a la línea de clasificación.
A los universitarios hay que concederles paciencia. Compiten y se quitan de encima los fantasmas del semestre pasado, con una dosis de canteranos que recuerdan en la Liga y en la Copa el espíritu de la casa, abandonado durante épocas recientes. La sangre nueva que hoy retoma poco a poco su lugar.
En cuanto a Cruz Azul es importante también recuperar la confianza, y ese premio del último instante se debió a una perseverancia que a veces se aleja de La Noria. Mas allá del saldo de puntos y el horrible decimocuarto lugar que ocupa, permitió a su gente salir con una sonrisa del estadio.
Rayados recupera la figura con un segundo tiempo demoledor; Chivas y Tigres hicieron un mejor juego que lo dicho por un mentiroso cero a cero, y Veracruz, a 8 puntos del Atlas al que derrotó, sumaron para una buena jornada antes del descanso que permitirá respirar y echarle un vistazo al Tri, cada vez mas cerca del Mundial.
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