Convencimiento efímero

Roberto Gómez Junco
en CANCHA


No todos los directores técnicos saben a qué quieren jugar.

Conforman una plausible minoría quienes vislumbran con claridad a qué quieren que sus equipos jueguen y cómo conseguirlo.

A nivel mundial quizá el principal exponente actual de esa ejemplar minoría sea Pep Guardiola, con una clara idea de lo que sus equipos pretenden y han pretendido en la cancha, y de cómo cumplir con esas

pretensiones.

Tanto con el Barcelona y el Bayern Múnich antes, como con el Manchester City ahora, Guardiola ha llevado a la práctica, a elevados niveles, lo que en la teoría él concibe como el futbol ideal.

De la Liga MX, entre los directores técnicos en funciones, con un sello definido e indudable capacidad para imprimírselo a sus equipos, podemos mencionar a Enrique Meza, Miguel Herrera, Ricardo Ferretti, Antonio Mohamed, Luis Fernando Tena, Matías Almeyda.

Pero no sólo se trata de tener una idea clara y de saber trabajar para plasmarla en la cancha. Se trata, también, de la capacidad para mantener convencidos durante un prolongado tiempo a los jugadores.

Miguel Herrera tardó un torneo en convencer a los suyos y comprometerlos, a Mohamed le está costando mucho trabajo mantenerlos convencidos, Luis Fernando Tena y Enrique Meza suelen conseguirlo paulatinamente, y con Almeyda parece haberse agotado la fórmula con las actuales Chivas.

De los técnicos mencionados, solamente Ferretti ha logrado librar esa aparente barrera del tiempo, superar esa proclividad del futbolista (¿principalmente el mexicano?) para hartarse pronto del entrenador en turno.

Para el jugador, primero creer en el técnico; y después, seguir creyendo. Entender a la perfección lo que colectivamente busca, y ofrecer su completa disposición para encontrarlo.

Y de parte del técnico, poder convencer a plenitud y durante mucho tiempo, lograr que ese convencimiento no sea efímero.

No cualquiera puede hacerlo y muy pocos lo consiguen.

 
Twitter: @rgomezjunco