La Dominguera

San Cadilla
en CANCHA


La palabra correcta
 
Hace una semana les entregué, mis filosos lectores, una compilación de fases que muestran que los pateabalones no sólo resbalan en la cancha, pero para no crean que busco encasillar a los artistas del balón y las palabras, ahora les traigo un compendio de expresiones futboleras que, por salir de boca de comentaristas, parecen no tener cuestionamiento, pero que, si

se miran con detenimiento, resultan unas joyas también.

El famoso "no mames, no mames" de Luis García cuando Raúl Jiménez marcó el gol de chilena con el que México venció a Panamá en el Estadio Azteca, dentro de las eliminatorias para el Mundial de Brasil 2014, no suena tan mal si recordamos el "me paro de pie", del célebre y finado Ángel Fernández, en sus inicios frente a los micrófonos en el mundo del deporte.

También los redactores tienen (o tenemos) vicios en el lenguaje que pocos se atreven a rebatir y contagian a las nuevas generaciones de periodistas deportivos: "Así estaba cuando yo llegué", dirán cuando realizan sus crónicas.

En fin. Aquí, la colección de frases hechas de quienes tienen la dicha (y no exagero) de hablar del "deporte más hermoso del mundo".

Las distancias entre los equipos son cada vez menores. Si hablamos de que el Atlas cambió de lugar de entrenamiento o las Chivas se mudaron de estadio, puede ser.

Éste ya no es un equipo chico. ¿Cómo medimos la estatura de un club? ¿O estaremos hablando de su edad? ¿O del número de pateabalones en la plantilla? Entonces el Veracruz es ENORME.

Este modesto equipo (¿Será por lo que paga?) dio el campanazo. A lo mejor estaba llamando a misa o tiene un monaguillo de mascota. Pobre del que recibió tremendo golpe con una campana.

¡Éste es un gol de bandera! Las anotaciones, aunque sean al estilo Valentino (el de "El Chanfe") Enrique Borja o Zinedine Zidane, valen igual y provocan que en las tribunas se agiten banderas. En todo caso, ¿cómo son esos goles? ¿Por qué no decir inolvidable, excepcional, hermoso, espectacular o, simplemente, golazo?

Va camino al vestuario. Siempre he creído que hablan el vestidor (aunque no estoy seguro), donde los futbolistas se visten. ¿O hablará de lo que llevan puesto? En ese caso sería un uniforme, porque no creo que se refieran a un disfraz para una fiesta.

 
 
· Los de la playera verde. Será jersey o camiseta. Bueno, al menos que sea la que usas en la playa.

· No sé qué espera el técnico para hacer un cambio. Yo tampoco, usted es el experto, pero bien podría preguntarle.

· Hoy, este muchacho no anda fino. De fina estampa, caballero.

· ¡Le pegó de tres dedos! Habrá que estar seguros. A ver, cuéntele.

· Una jugada muy futbolera. Menos mal, lo que pasa es que hoy no quería ver basquetbol.

· Estamos viendo un muy buen partido de futbol. Está bien, porque ya terminó la Serie del Caribe y para las Grandes Ligas todavía falta un rato.

· El defensa entra fuerte, pero sin mala intención. Lo que sucede es que al tomar el micrófono uno adquiere una suerte de poderes telepáticos.

· Le rompió la cintura con esa finta. ¡Llamen al 911!

· Era más fácil fallarla que meterla. Evidentemente, no.

· Cojea visiblemente. Nota sería que lo hiciera invisiblemente.

· No hay marcador más engañoso que el 2-0. Bueno, verá, depende. Como sea, ahí están los números.

· Éste tipo tiene carácter. No le digan tipa a mi hermana, porque me enojo. Y su carácter tiene también.

· Experimentado jugador. Si juega con cartas, que me enseñe. Si es de béisbol, matatena o rugby, creo que va en otra columna.

· Manda un centro desde la línea de fondo. Curiosa forma de llamar a la línea de meta. O sea que la cancha tiene doble fondo, separado por una distancia que varía entre los 90 y los 120 metros.

· La diagonal de la muerte. Término acuñado por Enrique Bermúdez, que se refiere a un pase raso desde la línea de meta hacia un compañero que llega de frente a la portería. Me pregunto si es porque termina en gol; en ese caso, la diagonal también puede venir de otro lado.

· Disparo desde la frontal. Nunca he ubicado ese lugar. Necesito un mapa.

· Viene la jornada doble. No, señores. Es una jornada futbolera a la mitad de la semana. Doble sería si jugaran dos partidos en el mismo día, como a veces pasa en el béisbol.

· Tiro de media distancia. Pequeña o grande, siempre está completa.

· El árbitro quiso compensar con ese penalti. Insisto en los poderes telepáticos.

· El partido se le fue de las manos. O sea que en el algún momento lo tuvo en las manos.

· Tiene que buscar variantes. Un ejemplo claro de que se acabaron las ideas para los comentarios.

· Un hombre de recambio. Claro, un cambio no basta, hay que recambiarlo, hasta tres veces, si se puede. Faltaba más.

· El equipo está muy partido. Quizá se refiera a que los mediocampistas no hacen su trabajo. Ni idea.

· Es necesario ajustar líneas. Mientras no sea la de fondo, todo bien.

· Las líneas está muy juntas. Mientras no sean las de cal, igual de bien.

· Lo envía a las regaderas antes de tiempo. Su mamá le exige que se bañe a las ocho... y apenas son las siete. ¿Y si no le gusta ducharse tras ser expulsado? ¿A dónde se va entonces el desobediente?

· Este jugador va muy bien por arriba. Cuando uno va bien, es porque se acomoda. ¿Qué más da si es por abajo? ¿O se refieren a que sabe cabecear? Mientras no sea de sueño...

· Los agarraron mal parados. La última vez que revisé, todos estaban de pie. No, espera, hay un lesionado...

· Una excelente jugada a balón parado. Según yo, la idea es que el balón se mueva, de lo contrario, no entra en la portería.

· Jugada de táctica fija. Perdón, ya me perdí.

· Jugada prefabricada. Como las paredes de mi casa de Infiernovit.

· Excelente técnica individual. No estoy seguro de cuál es la técnica colectiva.

· El futbol es así. Completamente de acuerdo.

· En el futbol no hay merecimiento. Gana el que mete los goles. De nuevo, nada que decir.

· Un gol fallado es un gol en contra. Este... no.

· Puso cifras definitivas. ¿Tarjetas, faltas, fuera de lugar, tiempo de posesión de la pelota? Ah, goles.

· Ganó tres puntos de oro. De latón, valen lo mismo.

· Sube el primero al marcador. ¿Luego por qué juega cansado?

· El primero de la noche. Lo felicito por ser un gran amante.

· Es de matar o morir. ¿Por qué tanta violencia?

· Por lo menos tuvo tres oportunidades claras de gol. Hay que contar. Nada más.

· Un disparo desde la media luna. Bien podría ser media pizza o medio queso panela.

· La pelota terminó en el fondo de las redes. Dos preguntas: ¿De cuántas redes hablamos? ¿La red tiene fondo? Si la pelota está en el fondo, manden a alguien que la saque, pero que no vaya a lastimarse.

· Esa hasta yo la meto. A ver, cálale.

· Un arquero muy sobrio. Dícese de un portero moderado. Dudo que se trate de una competencia de tiro con arco con personas que no han bebido alcohol. Habrá que aplicar el alcoholímetro para saber quiénes juegan en ese estado.

· Pasó por encima del arco. De nuevo, no es un arco, es una portería. Los arcos son curvos o recurvos. Pregúntenle a Linda Ochoa, ella les explica.

· Un tiro al ángulo. ¿Cuál de los cuatro?

· Un partido muy trabado. Hay que llamar a alguien con una llave de perico.

· Lucha sorda en la mitad de la cancha. A veces hay que decir palabras domingueras para aparentar que uno sabe expresarse.

· Mediocampo. ¿Será medio campo?

· Disputó el partido. Según yo, se disputan puntos, campeonatos, ascenso o avance a una ronda posterior; jamás partidos. Esos se juegan.

· Anotó sobre la hora. ¿Cuál hora? ¿No tiene reloj?

· Si la mete es gol. Saludos, mi querido Raúl Orvañanos.

· La pelota no quiso entrar. Mira nomás qué caprichosa. Háblale bonito.

· Está lesionado de la rodilla. La última vez que conté, eran dos.

· Es necesario abrir la cancha. Si estaba cerrada, ¿cómo entraron?

· Tiempo de compensación. A lo mejor se refiere a la reposición del tiempo perdido. "Mamá, rompí el jarrón; luego te lo compenso".

· La hinchada. Si alguien habla de mi hermana, habrá problemas.

¿Y ustedes, mis filosos lectores, se acuerdan de alguna otra joya? Bienvenidas sean.

 
 
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