El actual América sirve para confirmar la importancia de tratar de emular a quien triunfa.
Con su actuación más reciente en la "Concachampions" (ya ni la burla perdonan), el América ratificó ser en estos momentos el equipo mexicano que mejor juega.
Ahora sí juega como suelen hacerlo los equipos dirigidos por Miguel Herrera, ahora sí armó un plantel poderoso y redondo, y ahora sí
plasma en la cancha dicho poderío.
Para encarar el actual torneo, el América hizo lo que los Tigres y el Monterrey llevan rato haciendo: fortalecer su plantel bajo la estricta supervisión de un director técnico que sí sabe cómo fortalecerlo.
Mucha lana bien utilizada para aspirar a recaudar más, ofreciendo un mejor producto.
Porque además el dinero bien invertido tarde o temprano puede convertir a un equipo de futbol en un magnífico negocio, más allá de lo que pueda contabilizarse a simple vista.
¿Cuánto se ha incrementado la venta de cemento durante la bonanza de los Tigres?
¿Cuánta cerveza extra se ha vendido, ya no digamos en los dos estadios regiomontanos que cada semana se convierten en los bares más grandes del planeta?
¿Cuánto le beneficia a Televisa ser la dueña del América, al margen de lo cuestionable que pueda ser y los bemoles que implica ese tipo de relación entre una televisora y un club de futbol?
Si tradicionalmente había sido el América el equipo de la abultada cartera disponible para armarse, hace varios años los dos equipos regiomontanos encontraron la "fórmula" para superarlo en ese renglón, y ahora los americanistas vuelven a igualarse para recuperar el terreno perdido.
Buscar el propio camino aprendiendo de lo que a otros les ha funcionado.
Meterle mucho dinero para después recuperar más... sabiendo cómo y en quiénes meterlo.
¿Algunos otros que se animen, para así seguir elevando el nivel de la Liga?
Ojalá que sí.
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