Para nadie es un secreto que la posición más importante en la NFL es la de mariscal de campo. Y contra lo que muchos supondrían, el triunfo de Filadelfia en el Super Bowl de la mano de Nick Foles y no de Carson Wentz, simplemente confirma que es muy complicado aspirar a ganar un título sin un hombre confiable en los controles de la ofensiva.
Es así que los próximos meses prometen ser muy
atractivos debido a la inusual cantidad de mariscales de campo que estarán disponibles, ya sea vía la agencia libre o a través del draft de jugadores egresados de la NCAA. De entrada, hay muchas posibilidades de que entre 4 y 5 mariscales de campo sean seleccionados en la primera ronda del reclutamiento colegial. Más allá del orden en el que sean tomados, se espera que Baker Mayfield, Sam Darnold, Josh Rosen, Josh Allen y Lamar Jackson lleguen a la NFL con expectativas de convertirse en titulares a corto plazo.
Por otra parte, hay una larga lista de jugadores con experiencia y probada calidad que han llegado al final de sus respectivos contratos y estarán buscando una oportunidad para trascender en el plano deportivo y asegurar un acuerdo económico a largo plazo. No hay duda de que Drew Brees es el más atractivo de todos ellos, aunque sería muy complicado que el legendario jugador de los Santos decidiera dejar Nueva Orleans para terminar su brillante carrera en alguna otra ciudad. Después de Brees, Kirk Cousins parece ser el hombre más codiciado, luego del anuncio de la llegada de Alex Smith a los Pieles Rojas. Sin embargo, Case Keenum, Sam Bradford y Teddy Bridgewater, tres jugadores que coincidieron en el roster de los Vikingos la campaña anterior, representan también oportunidades interesantes para escuadras que buscan mejorar sus posibilidades de trascender. Por si no fuera suficiente, A.J. McCarron fue declarado agente libre sin restricciones y será una alternativa atractiva, lo mismo que el veterano Josh McCown, tras su buena temporada con los Jets.
Se puede afirmar que en el mercado habrá al menos diez mariscales de campo con la calidad suficiente para ser titulares. En el papel, esto parece ser una buena noticia para aquellos equipos que buscan reforzarse y convertirse en contendientes. Y aunque esto también pudiera traducirse en una oportunidad muy atractiva para los jugadores arriba mencionados, estoy seguro de que más de uno terminará firmando un acuerdo subóptimo para evitar quedarse parado en una suerte de "juego de las sillas" laboral.
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