Ya llegó el Galán de las Arenas, el consentido de Las Divas, listo para comentarles lo más relevante de la lucha libre nacional e internacional.
Luego de un San Valentín muy movido, me queda claro que en la lucha libre, todo gira en torno al corazón.
Como los amores que matan entre Rush y L.A. Park, quienes se echan flores y aseguran que sólo se jugarían su cabellera y su máscara,
respectivamente, entre ellos, que lo harían porque se odian, pero reconocen que son muy buenos.
También están los amores que perdonan todo, así como la Magdalena, y es que El Terrible a pesar de su añeja rivalidad con Rush está cerca de convertirse en Ingobernable.
Por supuesto que están también los amores de tres horas, y no crean que hablo de los que se dan por los rumbos de Tlalpan, me refiero al que se profesaron El CMLL y Lucha Elite, ya ven que nada más les duró para una función de domingo.
Hay los amores internacionales, pues La Jarochita y Reyna Isis se nos van a hacer campaña en Japón por tres meses y seguro que conquistarán a dos que tres hijos del Sol Naciente.
O los amores que se ignoran, como el que le ha estado cantando La Triple A a L.A. Park, pero que sufre de indiferencia, pues la Huesuda hace como que no oye, que lo va a consultar con las encuestas, al más puro estilo de los candidatos, y no les da el sí para participar en Triplemanía.
También está el amor que renace, pues El Patrón podría estar de nuevo en una Triplemanía, y es que luego de alejarse un rato de La Tres Veces Estelar parece que el romance renace y ya están por darse el sí.
Por supuesto están los amores diferentes, y no, no crean que voy a hablar de Máximo, es más bien de mi compadre Shocker que anda cambiando el cuadrilátero por la comedia y se apunta para hacer un stand up.
Claro que también se pasa del odio al amor de manera casi inmediata, si no pregúntenle a Garza Jr., quien recibió tremendo cachetadón el fin de semana pasado de parte de Humberto Garza Sr., y todo por andarse moqueteando con El Último Ninja. Eso sí, aquí todo quedó en familia.
También están los amores al billete verde, como ese que le profesa Vince McMahon a la WWE, digo, siempre la ha querido a montones, pero seguro que después de ver las grandes ganancias de la empresa en 2017, el amor se desparramó.
El amor a prueba de todo. Y es que Bayley y Sasha Banks son grandes amigas, pero el lunes se dieron hasta con la cazuela, se lastimaron, se hicieron moretones y rasguños, y ni así pierden la amistad.
El amor nuevo, ese que tiene a Ronda Rousey a punto de firmar contrato con la WWE, es más, estampará su firma durante Elimination Chambers.
El amor interminable también se hizo presente esta semana, y es que John Cena bajando del ring para darle un presente a un niño con capacidades diferentes sin duda provocará que la afición lo quiera por siempre.
Y ya me voy, porque con tanto romanticismo no hay más que irme con mi Paige para celebrar como se debe el día del amor.
Ahí nos vemos y recuerden... Soy un lujo, pero lo valgo.
