Es increíble la frecuencia con que a los dirigentes se les ocurren cosas.
Aparentemente no dejan de "pensar"... y al "pensar" elucubran.
Como nuevo capítulo de los inefables dirigentes y sus geniales ideas, aflora la posibilidad de erradicar el descenso en Primera División, y por lo tanto el ascenso a ella.
Si nadie los detiene a tiempo, son capaces de darle rienda suelta a
su desbordada imaginación para concluir que eso requieren y hacer cristalizar tan descabellada medida.
Ya sea un "Comité Directivo", o "Comité de Desarrollo Deportivo", o la "Junta de Dueños", o como prefieran llamarles a cada uno de sus comités o sus juntas, la realidad es que por estar cortados todos con la misma tijera el panorama suele ensombrecerse cada vez que se reúnen para decidir cosas importantes.
Como todos comparten y se identifican plenamente con la mentalidad centavera, una y otra vez el renglón deportivo pasa a segundo o tercer término, sin entender que darle prioridad a ese renglón sería el mejor camino para acrecentar el negocio.
Las franquicias se protegen armando equipos fuertes, no solapando a los débiles ni propiciando sus debilidades.
Para cualquier equipo de la División de Ascenso, no hay mayor aliciente que la posibilidad de ascender, aunque sólo haya 6 o 7 que reglamentariamente cumplan con los requisitos. Y para los del Máximo Circuito, como inmejorable castigo inhibidor de la mediocridad y el conformismo, está el descenso.
Erradicar descenso y ascenso, o suspenderlos durante algunos años, sería retroceder lamentablemente en el intento de una mejor Liga MX y un mejor futbol; suponiendo que eso intenten los de pantalón largo.
En realidad, para promover la excelencia, lo que deberían hacer es reducir el número de clasificados cada semestre, e incrementar el de descendidos cada año.
¿Será que no lo entienden porque les hizo falta haber jugado alguna vez a algo?
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